miércoles, 2 de diciembre de 2015

Percebeiros



Los temporales comienzan refunfuñando entre las rocas rizando la superficie del agua, no obstante su ira va en aumento levantando olas que impiden, demasiado a menudo, salir a la mar.

Estos hombres, aman su trabajo, aman el riesgo, aman el agua que les llena la boca de mar y sal y, con toda certeza si volvieran a nacer elegirían mil veces la dureza de un oficio que les permite vivir en íntima relación con la salvaje naturaleza y saben, que cuanto peor está la mar, mejor sabe el percebe.


Habría que subirse a una de estas barcas de las que salen a diario desde los muelles para saber, que este trozo de costa es la zona más brava del litoral. Alejarse del pueblo, dejar atrás el faro de punta Candelaria para llegar hasta  A Gabeira.
Allá abajo, San Andrés de Teixido, justo antes de que acabe la costa de Cedeira y empiece la que pertenece a Cariño.

Llegan varias lanchas y allí cada cual se busca un punto de la roca de la que se cuelga y comienza a faenar. Poco a poco va subiendo la marea, el paisaje se va volviendo salvaje por momentos cuando el agua estalla contra las rocas. Mientras, los hombres van arañando las rocas sin dejar de mirar al frente, para estar atento a las olas que están dispuestas a golpearlos sin  piedad.
Hay que apresurarse y estar bien atento para no resbalar por el acantilado. Han decidido acercarse a una roca difícil, de esas que a ellos les gustan, y avanzan entre las piedras como lagartijas.
No les asusta morir en el mar pero sí les asusta quedar lesionados; a tener que depender de alguien, a no poder reptar entre las piedras. En una mano el gancho y la cabeza bien en alto, sin perder de vista la mar.
Al mar no se le puede dar la espalda, hay que mirarlo siempre de frente, porque es muy traicionero.
Utilizan un sonido seco que sale de la garganta para advertirse unos a otros del momento en que hay que dar un paso atrás para que no se les trague el agua que golpea con fuerza.

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Nada es de nadie, todos se ayudan si llega el momento. Las historias tristes aparecen y vuelve la añoranza.





viernes, 27 de noviembre de 2015

LA HIERBA DE ENAMORAR

HERBA DE NAMORAR O NAMORADEIRA
     
Se va Noviembre que tiene su propio refrán. " Dichoso mes, que empieza por Todos los Santos y, termina por San Andrés".
Para nosotros, los gallegos, tiempo de peregrinar a uno de los santuarios que tiene su propio misterio. Todavía vive la tradición del romero que sube al monte, que cree en el agua milagrosa de la fuente de los tres caños y que busca la "herba de namorar"
Cuenta la leyenda que San Andrés llega a la costa de Ortegal en una lancha de piedra, y por eso los romeros cantan: " O divino San Andrés, mandou empedrar o mar, para que os seus romeiriños, o foran a visitar".


Imposible borrar el recuerdo de un lugar como este, donde los impresionantes acantilados, los más altos de la Europa continental, 612 metros sobre el nivel del mar, son una ventana natural desde donde asomarse al mundo. Aquí, en la sierra de la Capelada, crece la armeria marítima, o clavel del aire, "la hierba de namorar", capaz de modificar, eso dicen, los comportamientos en el amor.
 No sé si es efectivo, pero  Galicia. tenía que tener una hierba así, mágica y hechicera.
 La hierba, se tiene que coger en la noche de San Juan y de manera discreta se la entregará a la persona querida. Después, ella se encargará de enamorarla. Hay quien dice que es tan efectiva que no existe antídoto capaz de deshacer el amor que su ayuda provoca.
La "namoradeira", se encuentra cerca de los acantilados; al desamparo de los vientos marinos.
Esta hierba tiene unas flores claras y menudas, con pequeños y finos pétalos que bailan, sin desprenderse de sus tallos, al son de los fuertes rugidos del viento cuando azota el temporal.



Quiéreme, dice la canción de Aute, Quiérelo o quiérela, dice la "namoradeira" ,según sea quien solicita la ayuda de la flor.
















domingo, 15 de noviembre de 2015

¿QUÉ DICEN LOS PINOS?

Eduardo Pondal soñaba con una Galicia grande y digna y tenía la necesidad de que así la sintiéramos los gallegos.
Le dió voz a los pinos en sus poesías y les dotó de la palabra para  que pudieran hablar de nuestra historia, de nuestro porvenir, de libertad y de esperanza. Y..., comienzan a hablar: nos hablan del plácido lugar, de su paz silenciosa donde las agujas de los pinos se van convirtiendo en arpas musicales que el viento hace sonar de forma melodiosa. 


Y el pinar entero murmura y murmura que Galicia ( el hogar del rey celta, Breogán) permanece durmiendo hace siglos y en su sueño perdió la conciencia de sí mismo y comenzó a hablar con voz ajena y también a respirar en otra cultura. .Más este despertar de Galicia, dice Pondal, no es atendido, ni  siquiera por todos los gallegos, pues sólo los que respetan los pueblos como son, son los que permiten que una comunidad sea dueña de sí misma.


Como pocas tierras; Galicia está envuelta en ritmo y armonía. El zumbar de los pinares, de las carballeiras, de los soutos, bidueiros y freixos , es una melodía suave que permanece junto a la música que produce el mar sobre las rocas, y sobre los muelles, donde la espuma del agua se deshace en sus sonidos apagados y perdidos.
Cada mañana, al amanecer ,Galicia estalla en música, una música compuesta por las notas de los ríos y los arroyos, de los lagos y las lagunas; de las cascadas y del chaparrón que cae, y de la niebla  que envuelve y de la orvallada que  empapa, y de la tronada que asusta y, entonces el viento se mete en el fuelle de las gaitas y se asemeja ahora a nuestra brisa de montes y rías.
Todo debía estar representado en la música del himno, de manera que instrumentos conjuntados entre sí pudieran ejecutarlo entre voces que lo cantan.
Así nace el himno gallego con un poema de Eduardo Pondal y la música de Pascual Veiga un compositor y músico que fue una figura fundamental del "Rexurdimento Galego"


¿ Qué din os rumorosos            ¿Qué dicen los rumorosos
na costa verdecente                     en la costa verdeante
ao raio transparente                     bajo el rayo transparente
do prácido luar?                            de la plácida luna?
¿Qué din as altas copas              ¿ Qué dicen las altas copas
de escuro arume arpado               de oscura aguja arpada
co seu ben compasado                   con su bien acompasado
monótono fungar?                          monótono zumbar?
Do teu verdor cinguido                  De tu verdor ceñido
e de benignos astros                      y de benignos astros
confín dos verdes castros               confín de los verdes castros
e valeroso chan                               y valeroso suelo.
Non des a esquecemento              No des al olvido
da inxuria o rudo encono               de la injuria el rudo encono
esperta do teu sono                       despierta de tu sueño
Fogar de breogán.                           Hogar de Breogán.
Os bos e xenerosos                         Los buenos y generosos
a nosa voz entenden                        nuestra voz entienden
e con arroubo atenden                    y con arrobo atienden
o noso rouco son,                             nuestro ronco sonido
Mais só os iñorantes                      Pero sólo los ignorantes
e féridos e duros                             y salvajes y duros
imbéciles e escuros                         imbéciles y oscuros
no nos entenden non                       no nos entienden no.
Os tempos son chegados                 Los tiempos son llegados
dos bardos das idades                     de los bardos de las edades
que as vosas vaguedades                que vuestras vaguedades
cumprido fin terán;                           cumplido fin tendrán;
pois, onde quer, xigante,                  pues, donde quiere, gigante,
a nosa voz pregoa                             nuestra voz pregona
a redenzón da boa                            la redención de la buena
Nazón de Breogán.                           Nación de Breogán.







domingo, 8 de noviembre de 2015

O meu país: a terra mais amada


Traducción: 
 Mi país es verde y nuboso
Es melancólico y antiguo, es una tierra y un suelo.
Mi país, labrador y marinero.
Es un rincón sin tiempo que duerme perezoso



Que se calienta en el hogar, allá en el robledal.
Se echa a reír.
Es una hoja en el viento, aliento y desaliento,
Mi país, tejiendo su historia,
Muiñeira y caminante, esconde su verdad.
Mi país, saluda al mar abierto
Escucha el barlovento y se pone a caminar
En dirección a metas sin nombre, van filas de hombres
Y sin fin
Tristes campos de algún lugar, caminos para ninguna parte.
Mi país
Mi país en las noches de invernía
Dibuja su agonía, en un viejo, en un chaval.
Mi país de leyenda y maruxías
Espera nuevos días marchando a vagar
por las pendientes y herencias
Nace y muere una esperanza en el porvenir
Es una hoja en el viento, aliento y desaliento
Mi país.



Muchos son los pueblos galaicos que formaron  nuestras raíces, estas, que se hunden profundamente en nuestra tierra y que son nuestro origen más lejano en el tiempo. Eran los habitantes  de nuestros castros y los dueños de estas tierras fértiles donde el ganado pastaba libremente hasta que llegaron los celtas y se asentaron en el lugar.
La tierra que más amamos tiene inviernos de nieve en sus montañas, es acariciada por la lluvia que empapando la tierra, la abre en un millón de fuentes. La surcan mil ríos y la bañan las aguas de un hermoso océano y un precioso mar.

El paisaje es la estética de nuestra vida. De montaña, de valle, de costa, de mar, de río...Todos ellos se combinan y hacen de esta tierra un lugar maravilloso y armónico.

Al final de cualquier sendero, siempre hay una cumbre desde donde el paisaje nos muestra toda su belleza; desde el profundo verde de los valles, donde los saltos de agua en libertad buscan su destino final ,desde el precipicio hasta los picos más escarpados que se alzan hacia el cielo rodeados de nieve.

Abajo en los valles verdes, el cielo se viste de azul-gris y un tímido sol  se asoma entre las nubes y entre sombras de niebla, atraviesa la inmensidad de ese color verde que nos rodea. Al atardecer, el verde del prado se tiñe de oscuro, mientras aparece el silencio que precede a la luna.
Luego. están los ríos, que los hay a cientos, siguiendo el paisaje y saltando por las laderas, buscan la serenidad de los cañones, en ellos beben los gatos monteses, el corzo, el jabalí la nutria y las ardillas que saltan de rama en rama buscando los pinos y las ricas nueces de los nogales.
El bosque se viste de múltiples colores a partir de la primavera hasta que cae la última hoja en otoño.
Amanece con bruma mansa que empapa la tierra y a través de ella se cuela un sol muy tímido que matiza todo lo que hay alrededor. Clarea, a veces, más allá de mediodía y por la tarde el cielo se vuelve de un gris plomizo de lluvia. Todo está animado en este bosque, el mismo que los celtas llamaron "Lubre" y lo convirtieron en un lugar sagrado.

Luego están las rías, con sus mareas y sus atardeceres, con ese mar que te habla desde el fondo de su corazón y al que han vuelto muchos de nuestros jóvenes, ahora en estos tiempos difíciles, al mar de sus abuelos

.


Siete son las ciudades gallegas y siete sus símbolos y siete son los caminos jacobeos. Siete maneras de vivir y de soñar.



No cabe duda que la magia de Galicia está en sus meigas y meigallos, en sus druidas y merlines, pero...también es mágica por naturaleza.



Si. La magia está aquí por todas partes. En la tierra y en el agua, en el mar y en los ríos, en sus rúas y en sus piedras bañadas por el agua y por la luz de la luna. En este entorno natural donde suceden muchos de los milagros y se conceden muchos de lo sueños.








sábado, 31 de octubre de 2015

Polvo en el viento

Ha llovido mucho estos días y los días y las noches han estado sumergidos en una niebla densa que invita a recordar. Quizás  haya aparecido para amparar sentimientos y dolores, buscando los rostros de los que se fueron.
Huele a flores, a cera, a plegarias y a rezos, a agradecimientos y culpas y también a perdón y a soledades porque todos ellos caminan entre las sepulturas; entre crisantemos y claveles.
 Pensando y sintiendo, aparece en mí ese regusto que deja en el alma un antiguo dolor, un dolor viejo como el tiempo vivido. Un dolor que acaba siendo el más fiel amigo, ese que sabe de tus sueños incumplidos, de tus esperanzas rotas, ese que te arropa en las noches en vela, cuando el sueño se ha ido y no quiere volver a dejar en tu almohada los murmullos de un silencio que no llega.
 Se hace tarde para soñar y aquí están la mismas preguntas; esas que uno se hacía antaño cuando la vida parecía no tener fin.

Y es que estamos hechos de otros, de aquellos que nos han querido y de aquellos otros que tuvimos el deseo de que lo hicieran. Y así... entre las sepulturas aparece la tristeza.

En mi alma,
agazapada en el silencio,
como una ladrona
esperando para sorprenderme,
ha aparecido sin que yo la buscara
ni la echara de menos.

¿ Por qué no te vas?
Le digo bajito y...en silencio
para que no lo oiga nadie, 
para que nadie lo sepa.

 Pero ella... me mira y sonríe
y se queda callada
avanzando despacio
por las calles del alma,
quitándome el aire
con el que yo me alimento.



En esta noche  y en las demás noches.

lunes, 26 de octubre de 2015

Samhaín


El Samhaín ( en su origen gaélico, Samhain, significa noviembre o " fin del verano". Se celebraba hace miles de años en todo el territorio celta en la noche del 30 de noviembre, con motivo del fin de la temporada de cosechas y la llegada del invierno.
 Los druidas, sacerdotes paganos de los celtas, consideraban esta fecha como un momento perfecto para reverenciar a los ancestros que visitaban sus antiguas aldeas, y para ello se santificaban mediante ritos que conducían  a lograr su intersección.
Cuando caía el día y la noche se apoderaba de la luz, los druidas encendían hogueras con ramas sagradas y bayas de muérdago que anteriormente habían recolectado en lo más profundo del bosque. Su función, no era solo ahuyentar a los malos espíritus, sino también, guiar a los muertos en la oscuridad y facilitarles el camino hacia la aldea para participar en las honras preparadas por sus familiares.
En los pueblos y aldeas de Galicia se ha dado siempre una gran importancia a la comunión con los muertos. Hasta no hace mucho se pensaba que los difuntos visitaban por estas fechas las iglesias y ermitas donde se celebraban misas por su alma, mientras que en las casas se preparan alimentos para reunirse con amigos y familiares.
Las ánimas, vuelven así por un día, para calentarse junto a la chimenea  y comer en compañía de sus familiares vivos, alejando  la tristeza del camposanto.y
Durante el día de difuntos estaba desaconsejado alejarse de la aldea, pues  los vecinos debían relacionarse entre ellos y sus antepasados.
Y es que en Galicia la muerte se vive de una forma muy especial. Es así, ya lo he comentado muchas veces. Un cementerio gallego, estará siempre cerca del pueblo y resulta muy grave no asistir a él ese día de difuntos, donde las personas vivas se encuentran y se relacionan en ese día, así como también con sus muertos.
En las aldeas, cuando muere algún vecino,en las esquelas, además de aparecer los datos del finado se acompaña  un horario de autobuses: aquel que contrata la familia para recoger a los allegados de las aldeas que quedan más distantes .
Esta sensibilidad hacia el mundo de los muertos es la mejor muestra del sentimiento celta en Galicia y el legado más extendido del Samhaín , una fiesta druídica que se remonta a los tiempos oscuros anteriores al cristianismo y a la cultura impuesta por los pueblos civilizados.
En la festividad del Samhaín, en las aldeas célticas, se utilizaban los cráneos de los enemigos vencidos en batalla para iluminarlos y colocarlos en los muros de los castros..
 Fue en el siglo XIX cuando la tradicción del samhain se exportó a Estados Unidos a partir de países como Escocia e Irlanda, cuya población emigró en masa a Norteamérica. Este es el origen del Halloween actual ( término derivado de All Hallows' Eve, ' Víspera de Todos los Santos' ) una fiesta reimportada después a nuestro continente en un intento de alienar nuestras tradiciones más arraigadas: precisamente aquellas que dieron origen y significado al rito actual de reverenciar a los muertos.











viernes, 9 de octubre de 2015

Petos das ánimas

Galicia está formada en su mayoría por pequeñas aldeas, dispersas y diseminadas entre sus profundos y hermosos valles que han favorecido la conservación de sus creencias y costumbres desde tiempos ancestrales.


Es su orografía la que la hace especialmente misteriosa, atractiva, seductora y hermosa.

Uno de los rasgos del sentir de su gente es el estrecho vínculo que une al gallego con su tierra a la que ama profundamente. Esta unión alcanza su punto culminante en la muerte y el deseo de ser enterrado y fundirse con aquello que tanto quiere.

En el mundo gallego, la muerte no tiene un carácter apocalíptico sino esperanzador

 Fue la iglesia, la que con su propagación de la idea del purgatorio y el fenómeno de la devoción de las almas que allí van a parar, determinó la puesta en pie de estos petos.
Estos petos colocados en encrucijadas de caminos y plazas recogían pequeñas ofrendas y limosnas de los caminantes, destinadas al pago de misas por sus almas.




La encrucijada ha sido siempre un lugar de encuentro entre los habitantes  del mundo visible e invisible. Son los lugares más frecuentes pues son los lugares más concurridos por los vecinos y tradicionalmente uno de los puntos con mayor contacto con lo sobrenatural. Es el centro del universo-aldea. 
La muerte no quiebra la convivencia entre quienes se han ido y los que se quedan, de tal modo que el cambio de amores, obligaciones y ayudas prosigue más allá de la muerte con nuevos aspectos.
Los seres del otro mundo habitan en el espacio no urbano y los vivos en la aldea y, en la encrucijada se encuentran.

El estudio de este espacio sagrado es importante para entender un sin fin de ritos y creencias muy arraigadas en el pueblo gallego; como la muerte, las meigas o el demonio .

En las encrucijadas se realizaban prácticas curativas, así como encuentros con las meigas, el demonio o la Santa Compaña. Además, es lugar de veneración a los difuntos y ánimas del purgatorio.

 La iglesia no podía permitir este tipo de prácticas herejes e intentó cristianizar estas encrucijadas colocando en ellas "cruceiros" y "petos de ánimas" De esta forma la convivencia entre vivos y muertos llega a ser prácticamente diaria. 

La muerte se siente cerca, ven a sus muertos en los sueños y despiertos, hablan con ellos, los esperan y los temen. Todo ello se remonta a un sentir muy anterior a la concepción cristiana del purgatorio introducida por la iglesia.

 En las gentes de las aldeas sigue dándose la idea de auxiliar a las almas necesitadas de purificación y esto ha permitido una mayor conservación de estas construcciones.

La zona donde los petos son más representativos, son en el sur de Galicia y norte de Portugal, aunque se pueden localizar algunos en las provincias de Lugo y de la Coruña

Los petos están hechos, normalmente, de piedra y son de forma muy variada, llevan una hucha para echar limosna, con un cristal o una reja para protegerlo y normalmente una cruz en lo alto.
Todos tienen como motivo central las ánimas entre las llamas de purgatorio y una figura central que vela por ellas. Esta figura central puede ser un obispo, un rey o un santo. También puede aparecer la figura de Cristo en la cruz o de la Virgen, así como otras figuras secundarias como ángeles del purgatorio o elementos de la pasión.

Así pues, en Galicia tenemos resuelto  el dilema de la cuarta dimensión.











martes, 29 de septiembre de 2015

La playa y el mar

Hacía días que no bajaba a la playa. La mañana se presentaba hermosa. Estaba gris, pero no amenazaba lluvia; aunque, por si acaso, metí en el coche el chubasquero ya que tardo una hora en ir y volver de un espigón  a otro.

La playa estaba como a mí me gusta: prácticamente desnuda; algún que otro paseante como yo y poco más. Hermosa, adornada con cintas de algas brillaba bajo una grisácea luz. La arena estaba blanda y caminar así supone un gran esfuerzo: los pies se hunden profundamente, más, que si la arena está firme y se siente como el agua mezclada con la arena se escurre entre los dedos.


Olía a sal, a brisa húmeda... Iba descalza. El mar agitado, estaba gris; las mareas vivas ya habían llegado. Abrazaba a la arena de la playa como si quisiera llevársela con él -mar adentro- donde, solos estuvieran abrazados en una abrazo sin fin, eterno. Era doloroso ver como el mar subía llamándola, buscándola. Y ella, empapada de mar, lloraba y dejándose acariciar, se quedaba envuelta en su danza. Las huellas de las pisadas eran sus lágrimas...

Después me fui. Ella se quedó desierta, llamándole.




Danza del mar y la playa cuando sube la marea.

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