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jueves, 13 de julio de 2023

Trainera

El remo en el estrobo. Los músculos tensos. El gesto del esfuerzo.El salitre pegado a la piel con cada lamento desgarrado y el grito del triunfo al llegar al puerto.

Una trainera es una embarcación de calado reducido, alargada y ligera, de unos doce metros de eslora que se usa para la pesca con traína ( de ahí su nombre) o red de fondo, que son unas mallas especiales para capturar piezas pequeñas.
Seis parejas de remeros de espalda a la mar. Un proel solitario boga el último remo de proa. Y, en popa, de pie, él, el patrón, el alma de la tripulación. El que dirige, el que marca los ritmos, el que anima con palabras cortas, con gritos a veces. El que exige siempre un poco más; su brazo siempre extendido acompañando a la palada de los remeros. El que busca coger esa ola, esa que precisamente hace avanzar a la trainera como si fuera empujada por una mano invisible, la que puede hacer ganar una bandera... o perderla.

Las traineras luchan frente a las olas que las lanzan de proa a popa antes de dejarlas caer violentamente en el agua dejando una lluvia de sal sobre los remeros. Otras veces, subida en su cresta, la arrastra durante docenas de metros entre miles de gotas de espuma blanca que mordisquean la quilla.

El hombre de la costa durante toda su historia precisó de la fuerza de sus brazos además de la del viento para acercarse a los caladeros. Los pescadores remolcaban sus redes con la trainera y la que llegaba antes a puerto era la que conseguía vender el pescado a mejor precio. De aquí surgió la pugna entre las lanchas de pesca y el origen de las actuales competiciones de traineras.

Juntamente con la actividad de la pesca existía otro quehacer portuario que es considerado también como precedente de la competición remera: el atoaje. En puertos de difícil acceso, los grandes veleros eran remolcados hasta el interior del puerto por hombres que utilizaban traineras.
Al divisar desde la atalaya los barcos que se dirigían a puerto, las traineras recorrían grandes trayectos en dura lucha por hacerse con el salario que se ganaba 

Del mismo modo que ocurrió con la actividad pesquera, el atoaje dió origen a los desafíos de las traineras. La necesidad, en tiempos de crisis provocó, sin duda, la competición.
Poco a poco fue disminuyendo la proporción de los pescadores en las traineras pues la vida errante del pescador de bajura era agotadora dejando siempre el puerto antes del amanecer, pendiente siempre del tiempo, de las mareas y de los bancos de pesca.
Eran jornadas sin horas ni días.
No siendo ya necesario transportar la pesca, el diseño de las traineras fue cambiando.
Tanto la embarcación como los remos. En nada se parece la boga del siglo pasado a la de una trainera de nuestros días. Antes el remo era largo y la embarcación pesada; en consecuencia, la boga era un juego de cintura, lento, profundo y sostenido. Con la disminución del peso hasta el de las actuales, el juego del antebrazo sustituye al de la cintura y por consecuencia el ritmo se hace más rápido y la palada más corta.
Así, con el paso del tiempo un instrumento de trabajo va despareciendo para pasar a ser una embarcación deportiva dando lugar a la competición y al juego en las costas del norte y de Galicia.










lunes, 21 de febrero de 2022

Galernas en el mar: Balada de sete mariñeiros

Conmoción en Galicia por el naufragio de un barco de Marín que deja 9 muertos y 12 desaparecidos.



 En la costa, mirando hacia el mar abierto, cruces de piedra se asoman sobre rocas de acantilados escarpados que han sido afilados y golpeados sin pausa por las olas, recordando a aquellos que perdieron la vida a sus pies. El horizonte y la mar abrazados se pierden juntos en una niebla densa y fría que va dejando la piel aterida y húmeda. El viento sopla y sopla cada vez con más intensidad levantando olas enormes que zarandean los barcos sin tregua.


Balada de sete mariñeiros

Mariñeiros á ventura,
Dunha noite atreboada
Que cecais non te retorno
A ningunha madrugada.
Mariñeiros que navegan
Percurando a pesca incerta
O armador en terra firme,
Dorme namentras espera
A muller do mariñeiro
Agarda mentras, desperta
ó carón dun lar sin lume;
Zoa o vento sobre as tellas.
O mariñeiro pelexa
No medio e medio do mare,
Co vento que peta firme,
E fai o barco abalare.
No medio e emdio da noite
O armador dorme agardando,
Agarda-esperta a muller,
E o mariñeiro loitando
E choran sete mulleres
No medio e medio do día,
Na noite do mar revolto
Sete homes se perdían.
O armador xura de rabia,
No medio e medio do día,
Na tempestade da noite
Un barco a pique se iba.
Pola mañán desgonzados,
Sete corpos sobre a praia,
Sete mariñeiros mortos,
Bébedos de auga salgada.
Na tarde tocan campás
O repinicar da morte,
Mentras tanto sae o mar
Outro barco con sete homes. 

 La desaparición de un hombre en la mar es, quizás, la mayor tragedia que viven las familias marineras. Las gentes de la costa dicen, que si el mar no devuelve el cadáver a la orilla en nueve días, nunca lo hará. Las mujeres, madres, hermanas e hijas de pescadores son conscientes de que nunca sabrán con certeza qué les sucedió. La fantasía de que en cualquier momento pueda aparecer se hace dolorosa y puede alargarse en el tiempo impidiendo la elaboración del duelo.
El rumor del viento al cruzar los bosques umbríos, el constante discurrir de los arroyos, el sonido del río saltando entre piedras, la imponente furia del mar, las aves que cantan o gimen de noche o los insectos que alumbran, hace que el gallego tenga una profunda relación con su tierra y el apego al lugar se percibe en la necesidad de ser enterrado en ella y quedarse así con los suyos para siempre, sin embargo este mar lo impide, a veces, cuando se vuelve salvaje.
 Las condiciones metereológicas han jugado un papel decisivo en la tragedia del Villa de Pitanxo. El tiempo en la región del Atlántico donde naufragó el pesquero suele ser bastante hostil en esta época del año. La zona de Terranova está en lo que se denomina la autopista de tormentas en invierno: Los vientos y la inestabilidad atmosférica tienden  a ser muy acusadas, lo que hace, que estos hombres arriesguen sus vidas  día tras día para poder alimentar a sus familias.

Que descansen en paz


miércoles, 19 de enero de 2022

Anduriña


"Fartos estamos de saber que pobo que esquece as súas tradicións e ten malquerencia a canto significa enxebrismo é pobo sen alma, nin destinos na historia"
Amando Suarez Couto
A anduriña e a lúa os mellores amigos da miña infancia.



 Catro aves escollidas / son as que pasan o mar/ o cuco e a anduriña/ a rula e o paspallás"

Todos os anos atravesan o océano para chegaren á nosa terra e anidar nos nosos balcons, terrazas e aleiros.

As anduriñas son uns paxaros moi queridos en Galicia. Fan o seu niño con terra, colocandoo xeralmente debaixo dos balcons, dos beirados dos tellados e nos palleiros, revestindoos con lama e por adentro con plumas e herbas.

As plumas do lombo e das ás son negras; pola barriga brancas; e medio encarnadas por debaixo do peteiro. O rabo é longo e aberto en dúas partes de forma triangular afiada.

A boa fama destas aves estivo sempre mesturada con misterios e lendas que os sabios da Antigüidade non dubidaron en recoller nos seus escritos, sostendo que este paxaro invernaba, por sistema, entre a lama das pozas e ribeiras dos ríos, o cal xa se sabe que non é certo. Con todo pode ter algún fundamento basado en casos singulares, como algún que outro paspallás, ao que o frío do inverno sorperendera, decuidado, antes de iniciar a seu regreso migratorio, aparecendo despois escondido entre o barro da leira ao abrir os regos co arado.

En Galicia é popular a lenda que conta que as anduriñas arrincaron as espiñas da coroa que levaba Xesús Cristo, e que do sangue deste vén a mancha vermella que amosan no seu pescozo. Desta crenza procede a consideración das anduriñas como protectoras das casas nas que aniña. Por esta razón son aves que ninguén molesta nin se lle vai ós niños. Mesmo se cre que matar unha anduriña ou destruí-lo seu niño é un pecado e quen o faga sufrirá axiña unha desgraza na súa casa.


Son aves migratorias que chegan o noso país a principios do mes de abril e marchan a últimos de setembro. Son aves precursoras da primavera pois cando aparecen é sinal de que o bo tempo está próximo, fanno en bandadas e cando regresan, volven a establecer o seus niños no mesmo sitio que os tiveron o ano anterior.
Voa baixo en espazos abertos atrapando insectos no aire, se atopa en África, Europa, Asia e América. As anduriñas europeas pasan a primaveira viaxando cara ao norte chegando mesmo ata o círculo polar ártico, mentras pasan o inverno en África
 



Golondrinas : " las comillas del cielo" decía Ramón Gómez de la Serna


lunes, 25 de octubre de 2021

CORSARIOS GALLEGOS

Durante los siglos XVIII y XIX, Galicia y sus marineros aterrorizaron al Océano Atlántico con barcos piratas. Ser corsario en España se convirtió en un gran negocio.

La crisis del comercio con las colonias de ultramar y las guerras con Inglaterra obligaron a buscar alternativas para generar ingresos. Así fue como comerciantes y empresarios de toda Galicia se embarcaron en la aventura de capturar buques mercantes enemigos amparados por la Patente de Corso que concedía su Majestad.


El "Audaz", "El Veloz" o "El Atrevido" fueron algunos de los nombres de buques corsarios que surcaron las rías gallegas y que convirtieron a Vigo y a Coruña en algunas de las bases corsarias más temidas de toda Europa.
Así fue como Galicia corsaria sembró el miedo y el terror en el Océano Atlántico.
Pero los corsarios no eran piratas, aunque se parecían mucho. Ambos se dedicaban a saquear barcos, sin embargo los piratas lo hacían violando las leyes para su propio beneficio, en tiempos de paz o de guerra o contra cualquier enemigo o nación.. En cambio los corsarios, lo hacían solo en tiempos de guerra y bajo el permiso de su país, concedido en una Patente de Corso. Es decir era legal y lo que  hacían era sabotear el tráfico marítimo de las naciones enemigas buscando debilitarlas. Era, la Patente de Corso, muy codiciada debido a los privilegios que concedía al armador que la poseía.

Los corsarios gallegos proliferaron gracias a la privilegiada situación geográfica de Galicia en la ruta comercial entre Inglaterra y Portugal. La mayoría eran comerciantes, empresarios y armadores de la época.
Navegando por el Atlántico contaban con una pequeña tripulación no mayor de 10 personas, mientras que los corsarios solían alcanzar 40. Era habitual además que fueran superiores en armamento, lo que provocaba que la mayoría de sus víctimas se rindieran sin dar batalla, lo que reducía las perdidas humanas y económicas.
Durante esta época en Galicia se llegaron a armar a 60 corsarios, capturando un total de 170 embarcaciones enemigas.
Vigo y Marín eran en aquel momento las mayores bases corsarias. En Vigo, quizá el corsario de todos los tiempos fue Buenaventura Marcó del Pont, que llegaría a ser el alcalde de la ciudad y defensor de una invasión británica a Vigo, reuniendo 800 hombres y varios cañones impidiendo que la flota inglesa de 50 navíos consiguiera desembarcar.

De todas las batallas que se sucedieron en las rías gallegas, la más épica fue la que ocurrió entre el corsario "Fortuna" con el carguero inglés "Friendhisp".
El buque gallego contaba con una tripulación de 25 hombres y como armamento un solo cañón. Su presa inglesa tenía 12. 
Durante una hora el buque inglés disparó toda su artillería contra el "Fortuna", logrando este esquivarla y contraatacando con su único cañón. Lo lógico sería haber desistido, pero cuando a un gallego se le mete algo entre ceja y ceja, mejor no interponerse. Así que el capitán del Fortuna dio una orden inesperada: ¡¡ABORDAJE!!
Al amanecer del día siguiente, la silueta de los dos barcos entrando en la ría de Vigo por las islas Cíes dejó boquiabiertos a sus paisanos. El pequeño "Fortuna" había apresado al gigante inglés.
Firmada la paz con los ingleses, el corsarismo acabó cediendo paso a paso a negocios más tranquilos contribuyendo, con su negocio, al auge de grandes ciudades como Vigo y la Coruña.

jueves, 1 de octubre de 2020

En los días de otoño.



 En los días de otoño los ríos se llevan las flores y hace que reverdezca la piel de la montaña de altas cumbres y también los valles profundos. El musgo, agostado después del calor del verano, reverdece sobre las rocas de granito, las cruces de los hórreos, las ermitas ...su tacto es suave y agradable haciendo del paisaje un nuevo mundo más limpio.

      

El mundo vibra, aquí, donde el tiempo parece no existir y las aldeas parecen brotar de la tierra como pequeños cúmulos de hongos. La naturaleza encierra un universo de fauna y flora único con formas tradicionales que se han mantenido casi inalteradas desde hace siglos.

Galicia está llena de prados y de regatos de aguas limpias que el sol suave, en esta época del año, llena de caricias. La tierra se hace silenciosa en otoño y las aldeas que aparecen enraizadas en las laderas parecen brillar bajo el sol; los gallos cantan una nueva alborada porque nuevas gentes han venido a habitarlas.

En esta tierra, en algunos de sus lugares, las montañas tocan el cielo y los bosques se transforman en un mar infinito de verdes que nos invitan a perdernos en él para descubrir sus secretos y la maravillas naturales que esconde.

Si nos vamos hasta lo alto de la montaña conoceremos la piedra básica de inciertos orígenes que no es más que la huella de la historia. Si caminamos los senderos, estos, nos conducirán hasta la belleza armónica de la soledad y, en el valle buscando el salto de agua, veremos reflejar la luz en miles de gotitas que  saltan entre las piedras. 

Las aldeas cercanas son su paisaje más vivo a pesar de la dureza de la montaña y allá en el Courel, es agradable sentir el viento de la cumbre, en la vieja casa recuperada, a la que han vuelto algunos pocos de los muchos que se fueron. Sabemos que algunos de esos pueblos se quedaron sin gente, aunque ahora  parecen volver a la vida.

La calma otoñal de la montaña nos permite escuchar el rumor del regato transparente y las canciones de los pájaros nos animan el paso en el poco frecuentado camino de la sierra.

Y el color del otoño nos dejará asombrados por los castiñeiros de los soutos y las devesas y una vez que escuches como cantan los pájaros y el agua, el espíritu de esta tierra penetrará en ti.

            




lunes, 7 de septiembre de 2020

O raposo galego


 





  O raposo está a pásalo moi mal en Galicia, os cazadores galegos levan matado 75.000 zorros entre 2011 e 2017. 12000 cada ano. Esto é una auténtica vergoña, é una desfeita, que o raposo non merece.

 Hoxe o maior inimigo que teñen os raposos son os cazadores e o único inimigo natural que ten e o lobo. Nótase que ten poucos depredadores e que lobos non abundan moito e o lince non existe e así o raposo campa por tódolos lugares de Galicia. É o amo.  Non é difícil de ver, inda que é esquivo. Vese realmente todo o ano. Moitas veces cruzando a estrada, outras entre a matogueira baixa, etc...
Recorre una media de 7 Kms. diarios en busca de alimentos e marca de moitos xeitos o seu territorio. É un auténtico oportunista, ou sexa: consume alimentos dos que dispoña, de doado acceso, pouco traballo e baixo risco. Consume de todo o que pode e lle deixan. A súa especialidade son as galiñas e ovos. logo os coellos, pero vaille  todo: ratóns, ratas, toupos, ourizos e todo tipo de paxaros. Dependendo da época pode comer froitos ( as uvas por exemplo, gústanlle moito) e tamén insectos, por comer, come ata peixes.
 Son moi amigos de facer despensas. Sen  dúbida son precavidos.
A súa tobeira é moi profunda, sempre excavada en ladeiras orientadas o sur e con varias vías de acceso como corresponde a un animal que o verse perseguido require sair por varios lugares.
Teñen una forma moi curiosa de cazar; rebózase en terra para simular que está morto, incluso pode ata sacar a lingua e así parecer inda máis morto, deste xeito os corvos e outras aves carroñeiras vanse acercando ata que o raposo reacciona comendo a máis dunha.
 Un método moi eficaz que utilizan para botar as pulgas fora do seu corpo é o seguinte: collen una ramiña ou garabullo calquera dunha árbore, logo siguen con él na boca e métense, pouco a pouco, primeiro a cola, nun pequeño pozo dun río ou regato; as pulgas evidentemente van ocupando lugares do corpo que estén enxoitos. E así pouco a pouco o resto do corpo, dando tempo as pulgas e demais a ir ocupando lugares mellores. Cando o raposo observa que os seus parásitos están na rama, sae do río.

A súa mala fama está moi extendida. Fama de ladrón, de pícaro. Non é para tanto, . Eso sí, si te descuidas, adeus galiñas. Tamén pásase un pouco, as veces tamén mata e nonas leva.

O que contan del, sempre é de picarón. As veces faise o morto para tratar de burlas ós seus frustrados perseguidores. Cando caza é un auténtico fenómeno, por exemplo coas perdices utiliza una argucia moi propia: primeiro asusta as perdices e produce a chamada encarballeirada ( todas asperdices voan as árbores). Unha vez que ten fixada una perdiz subida o carballo, ponse abaixo a dar voltas rápidamente para adiante e para atrás, moito tempo. A perdiz loxicamente non lle perde a vista o raposo, e esa é a súa perdición xa que o final cae mareada.
Evidentemente o raposo ponse as botas.

¿Pero que é a liberdade para o raposo? Se conta que si queda prendido dunha pata é capaz de roer o óso ata que quede libre e escapar dese xeito...
Soio perde parte da súa intelixencia, cando está en celo. Esto é una norma xeral de casi todos os animais, incluso do home, e esta baixada de bandeira é aproveitada por algún para darlle caza de forma mais doada.
 A tradición ten convertido o raposo no símbolo da astucia e da sagacidade e cando falamos do raposo sabemos que se vale de mil argucias para conseguir os seus obxetivos que no son outros que vivir e alimentarse.
En moitos pobos do mundo o raposo está relacionado có espíritu do bosque ou da montaña e tamén co espíritu do mal; pero no fondo sempre se considerou que este animal era astuto e intelixente e por suposto moi prudente.





martes, 31 de marzo de 2020

Ser un niño de montaña

Ahora que se ha ido el invierno hay que volver otra vez a la gran montaña por la que discurren los cauces de los ríos capaces de crear los valles que dividen los dientes de la sierra para ver un paisaje diferente y para ver los misterios que se esconden en pequeños lugares desconocidos para el viajero común.


Lo mejor de la niñez siempre han sido los cuentos; cuentos escuchados de labios de los abuelos capaces de llevarte por lugares desconocidos y llenos de misterios.
La fortuna de escuchar historias y leyendas, al pie del fuego de una lareira, en una casa de esas con techo de pizarra que parecen colgarse en las laderas por las que trepan cien bosques diferentes, impregnará todos los recuerdos de una infancia feliz.
Cuando en aquel invierno  se me ocurrió pensar en lo fácil que hubiera sido  mi vida aquí, en este lugar al que no llegan los malos y la naturaleza contagia el bien al prójimo cercano, pensé que si hubiera sido un niño de aldea y crecido  como esos jóvenes no hubiera llegado a ser lo que ahora soy: cascarrabias, guerrillera sin ejército contra abusos, maltratos y crímenes de esta humanidad que se cometen cada día de nuestra cómoda existencia.

Tampoco me indignaría el mero avance del telediario y para nada me importarían eso politiqueiros que solo se preocupan de si mismos, montando repúblicas imposibles, elaborando presupuestos mal repartidos, haciendo pactos con el diablo o robando todo el dinero posible que pasa por sus manos.

Soy una egoísta que le hubiera gustado vivir esa grandiosidad habitada por unos pocos, junto al viejo perro de mirada fiel, junto al ganado harto de sabrosa hierba y los otros animales que  esconden su libertad en el bosque magnífico en el que crecen fantásticos árboles de origen incierto.

¿Despreciarías tú la oportunidad de escuchar el silencio del amanecer, solo interrumpido por canciones de pájaros, o el de los atardeceres, cuando únicamente se escuchan aullidos de lobo y graznidos de águila?

Pues yo no. Por eso he venido a pisar los caminos y a escuchar las historias que contaban los abuelos, sentados sobre la roca granítica que toca el suelo y recibiendo de cara el viento libre que curte los rostros.

Me contaron leyendas de hombres que enterraron vivos, de reinas que nunca reinaron en este mundo, de ángeles que liberaron a los cristianos del cautiverio romano...

Literatura popular, en suma, de profunda tradición oral en las familiares noches de los bellos inviernos de nieve y calma.

lunes, 29 de octubre de 2018

El título que nunca existió ¿ Quien mató al marqués de Sargadelos?

Raimundo Ibáñez, nació en el seno de una familia hidalga ( Santa Eulalia de Oscos, Asturias)  con escasos recursos y llegó a convertirse en un poderoso empresario.
Estudió en el Monasterio de Villanueva de Oscos. Posiblemente los escasos recursos de la familia le impidieron cursar estudios en la Universidad, trasladándose al poco tiempo a Ribadeo, donde fue nombrado administrador de la familia Rodríguez Arango y Mon.
El cargo le sirvió para introducirse en el mundo de la empresa y la economía. A la edad de 25 años ya disponía de un capital. A partir de 1780 los negocios crecen al conseguir la licencia para comerciar con las Indias y en 1784 funda la Real Compañía Marítima para incrementar las importaciones de lino de Rusia, hierro y acero de Suecia, ollas de Burdeos y bacalao de Terranova.
En 1788 creo la fábrica de hierro y aceros de Sargadelos situada en Cervo, muy cerca de Vivero. Fueron, sin duda, los primeros altos hornos modernos que hubo en España. Comenzó fabricando potes y utensilios domésticos, luego aperos de labranza, rejas y balanzas para terminar fabricando toda clase de manufacturas de hierro. La empresa tuvo un éxito inmediato, tanto es así, que en 1789 el gobierno trató de comprársela.
Después de este éxito, trató de crear tres fábricas más en Sargadelos: una de cerámica, otra de vidrio y una tercera de textil. 
Fue la de cerámica la única que consiguió poner en marcha lanzando los primeros productos al mercado en 1807.
Fue una persona influyente y mantuvo relaciones muy estrechas con los poderes públicos.  En 1794 fue nombrado Comisario de Provincia de Marina y poco después le fue concedida la categoría de Oficial Superior del Real Cuerpo de Artillería.
En 1808 ya se hallaba en trámite la concesión de un marquesado de Sargadelos, que no se llegó a expedir oficialmente debido a la Guerra de la Independencia. Sin embargo desde entonces fue conocido como el Marqués de Sargadelos ya que el pueblo le concedió ese título.
De poco le valió formar parte de la junta de defensa contra los invasores napoleónicos, porque hubo de firmar la paz cuando ocuparon la villa y cuando se fueron, la turba animada por los eclesiásticos, lo consideró el principal afrancesado y creyeron la idea de que en su casa guardaba importantes tesoros. La asaltaron y le sacaron a golpes  a la calle y allí, a cuchilladas le dieron muerte acabando con su vida ante su mujer y su hija.
En mayo de 1808 estalla la guerra contra los franceses y en febrero de 1809 Ribadeo es ocupada por los invasores. Un ejército asturiano bombardea la villa y cruza el río Eo con intención de ocuparla. 
Las tropas francesas escapan a Mondoñedo y mientras tanto Ribadeo  queda sin autoridad a merced de los grupos que se dedicaron al pillaje y el 2 de febrero de ese mismo año el Marqués de Sargadelos es asesinado en plena calle.
Sus restos fueron sepultados en el convento de San Francisco de Ribadeo.
Se especula con la idea de que los poderes tradicionales de la nobleza y el clero hicieron resistencia a la modernidad de sus proyectos y posiblemente fuesen los maquinadores de su trágica muerte. 
Hay que darse cuenta de que el sistema de vida se mantenía prácticamente inmutable desde la Edad Media
La loza de Sargadelos tiene un reconocimiento importante; sus piezas son solicitadas por coleccionistas y anticuarios y, a día de hoy los gallegos las guardan como un tesoro en sus hogares.

martes, 21 de agosto de 2018

SIEMPRE GALICIA

Galicia, siempre Galicia. Una tierra compleja y siempre sencilla. Posee una gran sensibilidad, una profunda y equilibrada ironía y un gran amor por su tierra.
Vivir en Galicia, significa amar la vida de lleno, amar esa lluvia fina que cae "milagreira", sin cesar, como un riego continuo que hace crecer la hierba y los maravillosos bosques. Vivir en Galicia es amar esos mares oscuros y bravos, unas veces, y acogedores otras; es amar, en fin, la Naturaleza entera.
Aunque en Galicia ha habido muchas guerras: invasiones germánicas, romanas, árabes, combates contra piratas normandos, contra tropas napoleónicas, no hay en ella un personaje que sobresalga. Todas son gente del pueblo que defienden su tierra, su casa, su libertad, porque todos van juntos para un fin común.
 Y cuando los gallegos contribuyeron a la reconquista de España con sus esfuerzos, no ambicionaron para sí pueblos ni condados: solo querían contribuir a que sus hermanos de la Península vivieran libres, sin temer que algún día se viesen ellos mismos avasallados por aquellos a quienes desinteresadamente ayudaban. 
 En Castilla sin embargo, la venganza privada es el alma de la leyenda castellana: el odio nacido de un agravio que se hereda inextinguible de una en otra generación implacable hasta verter la sangre del ofensor o la de sus descendientes. Siempre el móvil de la acción es una pasión material: ambición de riquezas, posesión de una mujer...
En Galicia hay más encantamientos que milagros, más amores que guerras, más tragedias de amor que traiciones, más humor que lágrimas. Las hadas gallegas no usan varitas como las castellanas, tampoco habitan en castillos; son más humildes y sencillas: se ocultan en las fuentes que brotan del suelo, se cubren con una sencilla túnica de lino. Hilan y tejen como las mismas mujeres del pueblo.

Hay muchísimas leyendas que se reparten por toda Galicia. Tal vez la imaginación que los gallegos heredaron de los celtas, la grandiosa naturaleza que configura esta tierra, la enorme preocupación por el más allá, los matices de los campos, el rumor del viento al cruzar los bosques umbríos, el sonido de sus cascadas, los insectos que alumbran, el lamento del búho o del moucho en los pinares, adquieren dentro de la noche, esa negra sombra que asombraba a Rosalía.
El sol, la luna, el mar, los ríos, las fuentes, los bosques, todo cobra entonces poderes sobrenaturales, y dentro de esta Naturaleza nocturna y fantasmal, la ánimas andarán dueñas errantes sembrando la duda, el temor, esa angustia del alma gallega que se resume en los versos de Rosalía.

"Teño medo dunha cousa                "Tengo miedo de una cosa
 que vexo e non sei que é."               que veo y no sé que es."

miércoles, 11 de abril de 2018

Os Ancares

Galicia es... hermosa, es dulce y acogedora, es bella y valiente, pero también brava de cumbres con alturas que rozan los 2000 metros.
Es un terreno de sorpresas, de caminar despacio para perderse sin prisa por multitud de rincones serpenteados por ríos que rumorean su habla secreta que acaso solo entienden los álamos, alisos y fresnos que los guardan.
Sus ríos encajonados se abren paso entre montañas de empinadas laderas. Montañas redondeadas por la erosión con fuentes de aguas ferruginosas  a las  que la sabiduría popular le atribuye  propiedades curativas.
Los Ancares principalmente es un espacio de media montaña lleno de contrastes climáticos.El contraste entre las alturas de sus montañas y la profundidad de sus valles le otorga la belleza a sus paisajes.
Visitar los Ancares es recorrer despacio sus valles, adentrarse en sus aldeas para a veces charlar con sus gentes siempre amables. Otras veces es respirar la magia y la tristeza que emana de una aldea abandonada. 
En primavera brotan multitud de regatos por doquier, alimentando de color verde intenso los prados y los brotes jóvenes del bosque, los tintos y blancos de los brezos, los amarillos de los tojos... 

En verano, el verde de los prados y bosques se vuelve intenso en contraste con con el amarillo de las praderas agostadas.
En otoño aparece todo un festival de matices, con pardos, amarillos, rojizos y ocres de los bosques de hoja caduca que alternan de nuevo con el verde de los otros árboles de hoja perenne.
Y ya el invierno, lejos de ser una estación triste tiene su encanto con las nevadas. Troncos con sus ramas cubiertas de musgos y líquenes cuando las nevadas aumentan consiguen un paisaje menos quebrado y mas suave en ondulaciones.

Se encuentran testimonios antiquísimos de la vida humana entorno a estas cumbres siendo la reina de la arquitectura tradicional de esta zona: las pallozas con muros circulares adaptados a las circunstancias especiales del terreno donde se encuentran enclavadas. Viviendas que reunían a hombres y animales bajo un mismo techo y en un mismo espacio.
Además de la riqueza de su fauna y de su flora, el que habita aquí, en los Ancares, es el Silencio. Es un mundo de silencios donde la música la ponen el viento y los arroyos dándole la virtud de la humilde quietud a estos valles con sus lomas y quebradas sembradas de aldeas desperdigadas en las partes más insólitas.
Ancares no se distingue por sus monumentos, es tierra montaraz y caprichosa, partida por mil arroyos desparramados en mil direcciones, elevada hacia el cielo donde la naturaleza manda mucho más que el hombre.
Conocer y valora los Ancares es una satisfacción, conservarlo nuestra obligación.





domingo, 1 de abril de 2018

El Teixedal de Casaio, el bosque perdido

En la vertiente norte de las montañas más altas de Galicia, el macizo de Peña Trevinca, se encuentra el teixedal de Casaio.
 El valle de Casaio, es como un paisaje lunar formado por montañas de escombros de las minas de pizarra.
 Bordeando el curso alto del río San Xil, a 1350 metros de altitud, distinguimos las manchas oscuras de los tejos, mezcladas con abedules, acebos, robles y serbales; los últimos que resisten de una historia que se extiende a lo largo de millones de años. Apenas cuatrocientos o quinientos ejemplares. Es el único bosque que queda en Galicia.
Los tejos son una de las especies más longevas, pues pueden alcanzar los dos mil años de edad. Siempre han estado rodeados de leyendas. Los celtas los utilizaban para adivinar el futuro y, los cristianos los plantaban en los cementerios como símbolo de la vida eterna. El veneno que contiene su madera y sus hojas produce la muerte por parálisis respiratoria.
Los celtas del monte Medulio, últimos defensores de la independencia de Gallaecia frente a los romanos, lo utilizaron para suicidarse antes de rendirse ante los conquistadores, ingiriendo ese fruto rojo tan llamativo.
Un árbol excepcional, que una vez estuvo extendido por toda Galicia, pero del que hoy casi no quedan ejemplares y en ningún caso formando bosques, salvo en el Teixedal de Casaio, en las tierras más inaccesibles y menos conocidas de Galicia. Es una de las pocas reservas de tejo existentes en el planeta, restos de un antiguo bosque atlántico de la época Terciaria.
La época ideal para apreciar la belleza de este singular bosque es en pleno otoño, cuando los frutos de los acebos y los colores de los tejos nos regalan un hermoso paisaje natural.

viernes, 9 de febrero de 2018

ZAPATONES: HISTORIA VIVA DE COMPOSTELA



Ataviado siempre con su sombrero, su bordón, sus conchas, sus sandalias, su barba blanca y su actitud sociable, Zapatones era todo un personaje.
Aunque lloviera, nevara o hiciera sol siempre se le podía encontrar en la Plaza del Obradoiro o paseando entre la Alameda, al lado de las tres Marías y el Pórtico de la Gloria. Con su raído hábito castaño y su imagen deteriorada por mil excesos, ha sido el último pícaro conocido del Camino. Era el anfitrión de la Plaza del Obradoiro en Santiago de Compostela: su CASA.
Creó su personaje. Una imagen emblemática de peregrino medieval.
 Fue "Zapatones"un niño abandonado, huérfano de familia y de raíces, hasta que cierto día estando tumbado frente al Pórtico de la Gloria, el Apóstol vino a hablarle, señalándole su camino de redención: ser peregrino en su propia ciudad.
Muchos habrán oído hablar de él, pero quizás nunca llegaron a conocerle. Otros lo habrán visto, o incluso puede que se hayan hecho una foto con él, sin siquiera saber quien era, puede que ni se lo hayan preguntado, aunque conociéndole, resulta difícil de creer, que el mismo no se lo hubiera dicho.
Creó su personaje con el Jacobeo de 1993: apodo que le puso su hija al verle vestido de peregrino por primera vez que él aceptó de buen grado: "Zapatones". Las buenas gentes le procuraron un disfraz de fraile, con bordón y calabaza, y así se lanzó a dar testimonio por calles, plazas y tabernas.
 Conocedor de mil y una anécdotas, de unos cincuenta años de edad contaba que no sabía con certeza la fecha de su nacimiento. Al parecer, al nacer fue depositado en una " casa cuna", donde pasó toda su infancia. Fue un "crápula" durante su juventud, según sus propias palabras,  y estuvo en la cárcel. Trabajó de camarero hasta que, al final, decidió hacerse "peregrino"
 Había nacido en 1954, en Camariñas, y a finales de 2011, se dice que ingresó en un centro asistencial - el monasterio de Leyre-.
Aunque llevó una vida solitaria y mísera y vivió intensamente en  la calle "Tenía por sala la mejor del mundo: la Plaza del Obradoiro" Acabó por captar la esencia del camino y luego la fue transmitiendo a los visitantes. Afirmaba que la finalidad de la peregrinación es " la búsqueda de uno mismo y el contacto con la naturaleza"
Con un cigarrillo prendía el siguiente  y así iba encadenando los minutos del día. Había sido huérfano, ladrón, preso y rebelde y con el tiempo entrañable y amigo de peregrinos y paseantes. Humano, temeroso, escondido en sí mismo, consumido y amoratado por el alcohol y el tabaco. Juan Carlos Lema Balsas fue hallado muerto en Pontevedra  a los 61 años de edad el 15 de Mayo de 2015. 
Muchos habrán oído hablar de él, pero quizás nunca llegaron a conocerle. Otros lo habrán visto, sin siquiera saber quien era, puede que ni se lo hayan preguntado, aunque conociéndole, resulta difícil de creer, que el mismo no se lo hubiera dicho.
Un personaje mágico que se fue de Compostela.

sábado, 20 de enero de 2018

La soledad de la aldea.

 Decía Lope de Vega:

A mis soledades voy,
 de mis soledades vengo,
porque para andar conmigo
me bastan mis pensamientos.
No se que tiene la aldea
donde vivo y donde muero,
que con venir de mi mismo
no puedo venir más lejos.
Ni estoy bien ni mal conmigo,
más dice el entendiemiento
que un hombre que todo es alma
está cautivo en su cuerpo.
Entiendo lo que me basta
y solamente no entiendo
como se sufre a si mismo
un ignorante soberbio.

Fue casi sin darnos cuenta que allá por los años 50 comenzó un nuevo éxodo. Se habla de más de 3000 pueblos deshabitados de los que apenas queda el recuerdo. Se ven casi sus aldeas como esculturas modeladas al capricho de la naturaleza. Se han ido diluyendo poco a poco.
Muchos son a los que las luces de la ciudad atraen y deslumbran. Se han marchado los jóvenes y los mayores se han ido quedando solos. Ya nadie volverá a cosechar los campos y cultivar el huerto.
Caminos que se cierran, casas que se desmoronan. Estos lugares pasan a ser el envoltorio de muchos recuerdos, rincón de añoranzas de tiempos pasados, donde un día, no hace tanto, la vida fluía entre las labores del campo y la alegría de sus gentes.
Casas del pueblo con el corazón roto y el tejado hundido son aquejadas del mal del abandono, donde el silencio y la soledad caminan de la mano de arbustos y hierbas que crecen entre sus piedras. A la casa de la aldea la ha partido el corazón el rayo de la indiferencia, la tempestad de la rentabilidad y la dejadez de todos.
Hay una España que se vacía y otra que se masifica y no la oye.
Estamos en Enero y con su color gris acerado de intenso frío parece que las soledades y ausencias  de los lugares son mayores y duelen todavía más.
La dolorosa soledad de convivir sin esperar respuestas ni buscar gratificaciones humanas, al mismo tiempo tener la suficiente paciencia y esperanza para saber que todas nuestras dolorosas soledades, en el fondo, nunca bien resueltas, orfandades de otros tiempos, han servido para algo. Necesitamos saber que " el sentido" culminará y equilibrará nuestra vida, y que "el sentido" no es una explicación que uno se da sino una bienaventuranza que se alcanza.
Esta soledad de ser uno mismo, esta realidad que se alcanza al final de un proceso de autentificación, de ir deshaciendo máscaras y papeles representados, esta es la soledad que nos devuelve el equilibrio y la paz.

Decía Nietzsche que "la valía de un hombre se mide por la cuantía de soledad que le es posible soportar"

viernes, 13 de octubre de 2017

SI CHOVE QUE CHOVA

                                                                                                                                                                             La música de la lluvia no necesita interpretación solo hay que sentirla.                                                                                                                                                                                                                                         .                                                                                                                                                                                                                   
                                                                                          La lluvia,  tiene mucho que ver con los sentidos ;despierta en muchos de nosotros una serie de emociones que se relacionan con el mundo íntimo de cada cual.
     La lluvia tiene a menudo el inusitado poder de relajar nuestras mentes. Nos embriaga con su petrichor, renueva la atmósfera, arranca destellos de colores  a nuestras ciudades y nos invita a menudo a esa introspección serena, casi mágica donde tomar contacto con nosotros mismos a través de las gotas de lluvia...   
        Hay olores que despiertan en nosotros un extraño placer. Nos cautivan y a la vez se hunden en nuestra memoria  despertando en nosotros agradables sensaciones.  Son sin duda rincones privilegiados donde esas fragancias se entremezclan a menudo con gratos recuerdos.                                                                           Entre todas esas fragancias, hay una que quizás supera a las demás: el petrichor. Que se diga de ella que es el olor más embriagador del mundo no es casualidad; el olor de la lluvia empapada en la tierra tiene una función muy concreta: guiarnos hasta donde hay agua: Algo muy esencial para nosotros en el pasado y en la actualidad para gran parte de los animales, quienes recorren grande distancias guiados solo por esa sustancia química, la geosmina.
El petrichor es un término que hace referencia a un proceso delicado y fascinante que se da cuando las gotas de lluvia entran en contacto con superficies sedimentarias o porosas. Al instante, un tipo de actinobacterias generan una sustancia metabólica llamada geosmina, la cual, vuelve a la atmósfera como un aceite aromático de olor singular.
Curiosamente cuanto más seco está el suelo  más perceptible será el petrichor, elevándose como un poderoso aerosol que guiará a los pájaros y a otros animales hasta esa zona húmeda. Mientras que  a nosotros, carentes ya, de esa necesidad de encontrar agua, nos animará a abrir las ventanas para aspirar ese olor, mientras nos dejamos abrazar por los recuerdos, por el velo sutil de la nostalgia  y la caricia de esas emociones.

Alguien dijo en una ocasión que " La infancia es la etapa de la vida que termina cuando por primera vez, miramos un charco como un obstáculo y no como una oportunidad"            
A la mayoría, es verdad, nos encantan los días de sol, esos donde la piel agradece su tibieza y nuestra mente la luminosidad. Desde siempre, la luz se vincula con lo positivo, mientras que las nubes y esa penumbra que suele acompañar a la lluvia  se ve con temor e incomodidad  y también negativismo.
Sin embargo, la lluvia para muchas personas tiene un efecto diferente. Algunas personas suelen disfrutar de esos instantes de recogimiento, les agrada ver como las ciudades se visten de singulares matices, semejantes a un lienzo impresionista .
Ese sonido de la lluvia al caer, esas gotas de agua que discurren por los  cristales abren las puertas a muchos de nuestros recuerdos.  Permite que pasen a nuestras consciencias esos instantes vividos con olor a infancia, con la fragancia casi salvaje de esa tormenta de verano donde corríamos después de una tarde en la feria o una noche en la playa.
La lluvia, por tanto, también es hermosa, también cura, también alivia y nos invita a conciliarnos con la tierra que pisamos.
Así que para conocer esta tierra gallega hay que visitarla también cuando llueve, si no no se la conoce de verdad.
                                                                                                                                                                                                                                                                                         

jueves, 28 de septiembre de 2017

ORO

 El oro gallego está escondido.
La primera gran fiebre del oro ocurrió hace 2000 años, cuando los romanos disponían de miles de manos esclavas con las que poder mover montañas, como ocurrió con las Médulas - hoy en el Bierzo pero entonces pertenecían a la provincia de Gallaecia-

Plinio el Viejo ya hablaba en su "Historia Natural" de la riqueza en oro de las Médulas y Cayo Plinio - procurador romano- que administró algunas minas gallegas, aseguró que estas llegaron en diferentes momentos a significar el 10% de los ingresos totales del Imperio. 
Algunos estudiosos han calculado que sólo de las minas de las Médulas fueron extraídos 96000 kilos de oro a lo largo de 250 años. Una cantidad que explicaría la importancia de Galicia en la extracción de oro y sobre todo la necesidad de los romanos de emplear a miles de esclavos para mover esas montañas.

Y a pesar de todo lo que se llevaron los romanos, lo cierto es que veinte siglos después aún hay oro en Galicia.


En el Bierzo, al noroeste de los Montes Aquilanos y junto al valle del Sil se encuentran las Médulas. Un fantástico paisaje ha quedado después de las explotaciones auríferas romanas. declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Su estampa rojiza simula un paisaje sinuoso y de misterio. Nadie diría que los picudos farallones esconden bajo sus entrañas, el oro de los romanos.

Las Médulas, considerada la mayor mina a cielo abierto de la época romana, va más allá de este paisaje de singular belleza, rodeado de castaños centenarios, lagunas, lagos, picos y galerías. Es una de las mayores obras de ingeniería de la Antigüedad. Un paisaje cultural que muestra la acción del hombre sobre la naturaleza, su transformación a la medida de sus necesidades.










miércoles, 30 de agosto de 2017

LA MAGIA DE LA LUNA

La luna ha ejercido siempre una fascinación importante en el ser humano; ha estado llena de misterios y ha inspirado veneración religiosa, mitos y supersticiones. Todos los calendarios de la antigüedad eran lunares. Ha sido fundamental para la medición del tiempo, para marcar los meses y las estaciones, y para predecir el futuro.
La tradición oral conservó hasta nuestros días los mitos de las brujas que se reunían bajo la luz de la luna a lanzar sus conjuros, o el mito del hombre lobo, que sufre su transformación en noches de luna llena. El plenilunio acelera la fase final de los embarazos. Y la mala suerte perseguía a  quien dormía con la luz de la luna bañando su rostro porque provocaba pesadillas o podía conducir a la locura.
En la actualidad fueron los alemanes quienes comenzaron con la práctica de la luna de miel. Sus bodas se celebraban bajo la luna llena y después los novios bebían licor de miel durante 30 días.
Para el Islam la media luna se ha convertido en un símbolo y su calendario sigue siendo lunar.
Marca la celebración de la Pascua para el mundo cristiano Esta se celebra el primer Domingo posterior a la primera luna llena después del equinoccio de primavera.
Ha inspirado grandes composiciones musicales.


Cuando era niña la luna me fascinaba.  Me fascinaba su cara de plata, su redondez, su luz. En mis fantasías me acompañaba y me seguía adonde yo quisiera, guiándome.
En las noches de verano de mi infancia me cautivaba mirarla inundándome de luz el dormitorio. De muy niña la doté de vida y emociones humanas. Aún ahora en estas plácidas noches de verano me encanta salir al jardín a mirarla, a hablar con ella envuelta en el perfume y en la oscuridad de la noche.

Como dos imanes, la luna y la tierra, se atraen. La luna intenta  atraer hacia si los mares, esos mares que habitan la tierra. Intenta  tirar de cualquier elemento; sin embargo la tierra, con su fuerza, es capaz de soportar el empuje de la luna,  exceptuando el agua a la que no puede "retener" enteramente, por lo que la luna acaba siendo capaz de atraer a las aguas de los océanos.

"Tú, oh señora de las mareas
Principio y fin de mi dulce esencia
En ti nace y muere el tiempo"


Cuando la luna está en fase llena o nueva, el tirón gravitatorio del sol y la luna se combinan. En ese momento, las mareas altas, son muy altas y las mareas bajas, son muy bajas. A este fenómeno se le conoce como mareas vivas, y se da cuando la tierra, el sol y la luna están alineadas, Es por eso que cuando la atracción del sol se suma a la de la luna, las mareas son grandes y las llamamos mareas vivas.



Entonces el mar comienza a agitarse en su interior y es hacia el final del verano, como si quisiera despertar de su calma y recuperar la playa para si, cuando las mareas vivas atraídas por la luna inundan la playa acariciando la arena torpemente. La llenan de espuma blanca bailando su danza de cortejo mostrándole toda su belleza.
El mar  inunda a la playa de luz y sonido borrando de la arena las huellas de los sueños de los hombres.

Y la playa, vuelve a ser suya de nuevo.










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