martes, 20 de noviembre de 2018

O camiño dos faros


O Camiño dos Faros es una ruta de senderismo de 200 kilómetros que une Malpica con Finisterre por el borde del mar: Un camino que tiene el mar como mayor protagonista y que está acompañado por todos los faros y lugares especiales de la Costa da Morte.
El camino nos lleva por senderos de pescadores, escondidos y pequeños. De Malpica a Finisterre los paisajes que nos rodean son salvajes; acantilados abruptos, altas rocas y bosques que esconden a los ojos del viajero playas vírgenes. Galicia en estado puro sin un alma de por medio.

Una de las experiencias más hermosas de la ruta son los atardeceres anaranjados de Finisterre. Lugar de peregrinaje de antiguos celtas y romanos; antiguas civilizaciones que venían a deleitarse con los atardeceres de los confines del mundo.

El clima es duro, el mar arrecia y el viento, casi siempre presente, puede hacer que los árboles crezcan en diagonal creando fantásticos túneles llenos de misterio. Las gaviotas, la paz, la inmensidad de la naturaleza tan brava como el mar que llega a su orilla, te acoge con el silencio, roto sólo, por la propia naturaleza que te habla desde sus entrañas.



Siete faros acompañan el camino de A Costa da Morte, bautizada así, por los ingleses a  finales del siglo XIX, cuando tres hundimientos británicos acabaron con la paciencia en la zona y forzaron a la construcción de los faros. El más nuevo es el de Punta Nariga, de 1997, con una base en forma de barco que parece querer adentrarse en el mar.
Aquí abundan margaritas gigantes que salpican de blanco y amarillo el verde que puebla los pies de las gigantescas rocas.
El más antiguo y uno de los más espectaculares, es el Cabo Vilán, de 1986, - construído seis años después de la tragedia del Serpent- encaramado a unos acantilados y rodeado de aves. Fue el primer faro alimentado con electricidad .
Es uno de los eternos vigilantes, erigido sobre un saliente de 104 metros de altura y lanza destellos visibles a 40 millas cada 15 segundos.
Desde Cabo Vilán y desde el faro, las vistas sobre el reflejo del mar hipnotizan, y es que las playas salvajes de la Costa da Morte tienen una durez y una belleza especiales.

Cerca, a pocos kilómetros, se encuentra el Cementerio de los Ingleses.
Aquí se han quedado 172 guardiamarinas ingleses que naufragaron cuando viajaban en el buque escuela Serpent, en noviembre de 1980, cuando una brutal tempestad estrelló la nave contra a Punta do Boi, dejando la playa de Trece cubierta de cuerpos de náufragos. Desde entonces, todos los años acudía al lugar un buque de la armada inglesa a arrojar una corona de flores en homenaje a sus muertos, y hasta hace relativamente poco,cuando algún buque de la Marina Real pasaba frente a esta punta, disparaba salvas de honor.

 Siguiendo la carretera se llega hasta el mismo Faro de Roncudo. Dicen que el nombre de Roncudo procede del ronco rumor del mar cuando se estrella contra las rocas. En ellas los hombres y mujeres de Corme arriesgan sus vidas escapando de las olas y de los remolinos para obtener el mejor y más sabroso percebe del mundo. Sin embargo han muerto tantos allí que la zona está sembrada de cruces blancas en su recuerdo.




Etapa 1: Malpica-Niñóns (21,9 Km)
Etapa 2: Niñóns- Ponteceso ( 26,1 Km)
Etapa 3: Ponteceso-Laxe ( 25,2 Km)
Etapa 4 :Laxe- Arou (17,7 Km)
Etapa 5 : Arou-Camariñas (22,7 Km)
Etapa 6 : Camariñas- Muxía (32 Km)
Etapa 7 : Muxía- Nemiña (24,3 Km)
Etapa 8 : Nemiña-Cabo Finisterre (26,2Km

miércoles, 31 de octubre de 2018

AVELAIONA

"Cando a avelaiona laia, prepara a mortalla"

 Este precioso animal que abunda en nuestros bosques y se pierde en la oscuridad de la noche, anuncia, según muchos gallegos, la llegada próxima de la muerte.
 Para advertir a las personas canta, emite sonidos de queja o habla con voz lúgubre. Actúa de noche agazapada en las sombras.
La muerte según la mitología puede disfrazarse y mostrar diferentes formas, y en Galicia, donde somos el segundo país con más cultura de la muerte, después de Egipto, esta cultura antigua se pierde a lo largo de los siglos.
Hay testigos en nuestra tierra que dicen que se puede transformar en diferentes animales y que advierten su llegada. En muchas regiones de Galicia, durante muchos siglos y hasta ahora, un fenómeno misterioso disfrazado de animal, ha estado aterrorizando con sus canciones nocturnas a todos aquellos que la escucharon. En algunas regiones la llaman "avelaiona" y en otras el ave de la muerte.
Este pájaro mitológico, cuando se acerca la muerte de un individuo, canta alrededor de su casa camuflada por la noche oscura y salen siempre de la montaña.
Hay muchos testigos de estas canciones. La muerte se disfraza de pájaro, es más, se asegura que cuando canta, en menos de una semana alguien o incluso varias personas morirán en un corto período de tiempo después de oír su canto.
Las aves que se atribuyen a la "Avelaiona"son las rapaces nocturnas, como el búho  entre otros. Pero muchos testigos, especialmente de la Galicia más rural, como en el valle del Tea, dicen que no se trata de ninguna de estas aves, si no de esta otra más terrorífica.
" la cabra del monte o Avelaiona no es cualquier ave, solo aparece cuando alguien muere y canta desde el monte más cercano a la casa del que va a morir, unos días antes de su falleciemiento"
Otros cuentan "Desde mi casa, cuando la oía por la noche, dependiendo de la dirección en que vayan las canciones, sé en que zona va a morir alguien del pueblo, y si en esa misma noche canta en más de una dirección, habrá muchas muertes. Como de costumbre sus canciones son viejas, pero a veces, son de un pájaro nuevo, y entonces, el que va a morir será una persona joven."

En la actualidad las creencias en este ser mitológico se fueron perdiendo poco a poco, pero en el rural, aunque los más jóvenes dudan de su existencia, hay un gran respeto sobre esta creencia porque aún hay muchos que aseguran que lo han experimentado, y que el pájaro de la muerte es la misma muerte con alas.


No solo en Galicia la gente se aterroriza con estas leyendas. En Nepal, el búho está asociado con el pájaro diablo, animal mitológico que se dice que emite terroríficos gritos humanos.

En la Patagonia temen a la chotacabras ( una pequeña y feísima ave de color gris) que abunda en las faldas de la cordillera.

















Cada uno que saque sus propias conclusiones. Esto no es más que un aviso a navegantes. Particularmente el canto en la noche de estas aves me parece precioso y por otro lado tampoco está de más que nos recuerde lo efímera que es la vida. No deja de ser un canto a la reflexión en estas fechas.

lunes, 29 de octubre de 2018

El título que nunca existió ¿ Quien mató al marqués de Sargadelos?

Raimundo Ibáñez, nació en el seno de una familia hidalga ( Santa Eulalia de Oscos, Asturias)  con escasos recursos y llegó a convertirse en un poderoso empresario.
Estudió en el Monasterio de Villanueva de Oscos. Posiblemente los escasos recursos de la familia le impidieron cursar estudios en la Universidad, trasladándose al poco tiempo a Ribadeo, donde fue nombrado administrador de la familia Rodríguez Arango y Mon.
El cargo le sirvió para introducirse en el mundo de la empresa y la economía. A la edad de 25 años ya disponía de un capital. A partir de 1780 los negocios crecen al conseguir la licencia para comerciar con las Indias y en 1784 funda la Real Compañía Marítima para incrementar las importaciones de lino de Rusia, hierro y acero de Suecia, ollas de Burdeos y bacalao de Terranova.
En 1788 creo la fábrica de hierro y aceros de Sargadelos situada en Cervo, muy cerca de Vivero. Fueron, sin duda, los primeros altos hornos modernos que hubo en España. Comenzó fabricando potes y utensilios domésticos, luego aperos de labranza, rejas y balanzas para terminar fabricando toda clase de manufacturas de hierro. La empresa tuvo un éxito inmediato, tanto es así, que en 1789 el gobierno trató de comprársela.
Después de este éxito, trató de crear tres fábricas más en Sargadelos: una de cerámica, otra de vidrio y una tercera de textil. 
Fue la de cerámica la única que consiguió poner en marcha lanzando los primeros productos al mercado en 1807.
Fue una persona influyente y mantuvo relaciones muy estrechas con los poderes públicos.  En 1794 fue nombrado Comisario de Provincia de Marina y poco después le fue concedida la categoría de Oficial Superior del Real Cuerpo de Artillería.
En 1808 ya se hallaba en trámite la concesión de un marquesado de Sargadelos, que no se llegó a expedir oficialmente debido a la Guerra de la Independencia. Sin embargo desde entonces fue conocido como el Marqués de Sargadelos ya que el pueblo le concedió ese título.
De poco le valió formar parte de la junta de defensa contra los invasores napoleónicos, porque hubo de firmar la paz cuando ocuparon la villa y cuando se fueron, la turba animada por los eclesiásticos, lo consideró el principal afrancesado y creyeron la idea de que en su casa guardaba importantes tesoros. La asaltaron y le sacaron a golpes  a la calle y allí, a cuchilladas le dieron muerte acabando con su vida ante su mujer y su hija.
En mayo de 1808 estalla la guerra contra los franceses y en febrero de 1809 Ribadeo es ocupada por los invasores. Un ejército asturiano bombardea la villa y cruza el río Eo con intención de ocuparla. 
Las tropas francesas escapan a Mondoñedo y mientras tanto Ribadeo  queda sin autoridad a merced de los grupos que se dedicaron al pillaje y el 2 de febrero de ese mismo año el Marqués de Sargadelos es asesinado en plena calle.
Sus restos fueron sepultados en el convento de San Francisco de Ribadeo.
Se especula con la idea de que los poderes tradicionales de la nobleza y el clero hicieron resistencia a la modernidad de sus proyectos y posiblemente fuesen los maquinadores de su trágica muerte. 
Hay que darse cuenta de que el sistema de vida se mantenía prácticamente inmutable desde la Edad Media
La loza de Sargadelos tiene un reconocimiento importante; sus piezas son solicitadas por coleccionistas y anticuarios y, a día de hoy los gallegos las guardan como un tesoro en sus hogares.

sábado, 20 de octubre de 2018

Un palleiro non se fai sen palla


La paja del trigo, centeno o avena que quedaba después de la "malla"  se almacenaba formando los característicos "Palleiros"; para hacerlos, se llamaba a un "paelleiro", que era el experto.  La paja se ataba en "medas" que se colocaban en posición vertical formando la base del "palleiro"que de esta forma aguantaban mejor la humedad. Sobre esta base de "medas" verticales se iba colocando la paja y el "palleiro" iba ganando en altura y adoptando su forma cónica característica.
Conforme se iba haciendo el "palleiro" y este ganaba en altura, el "paelleiro" subía al carro y después a una escalera e iba colocando la paja toda alrededor para que el "palleiro" fuese cogiendo la forma de una gran seta. Cuando la paja estaba colocada se  colocaba un cesto arriba de todo para que no entrara el agua. El centeno, casi siempre, se dejaba para el final, ya que por él se desliza mejor el agua.
El remate final del "palleiro" era el carapucho. Se escogía la mejor paja y se ataba con un mimbre, al final se colocaba una rama de laurel.
Esta era una  manera de almacenar la paja con el fin de disponer de ella en el tiempo para la alimentación de animales. Se trataba de obtener cierta protección de los agentes atmosféricos y lograr que el producto se conservara,en la mayor medida posible. En la actualidad, con el uso de la maquinaria, este modo de almacenamiento ha sido sustituído por las  "pacas" o fardos de paja.
Esto forma parte de las prácticas agrícolas tradicionales de diferentes lugares del mundo. Aquí llamados "palleiros", en Asturias se llamados "Medas"
La pila se hacía a prueba de agua y el heno se comprimía bajo su propio peso.
El " palleiro" formaba parte de la vida agrícola. Cuantos más palleiros había en la casa, más se suponía la riqueza de la misma.
Y después de todo este trabajo, hacían una gran fiesta!! Era la mejor fiesta del año y había una por cada casa.
En algunas casas la comida era mejor que en otras, como en todas las épocas, pero lo que no cambiaba eran las ganas de juntarse de todas las casas de la aldea donde no faltaba comida, vino del ribeiro y mucha" troula"(fiesta).

martes, 25 de septiembre de 2018

La Virgen de Quitapesares



En la torre del campanario de la basílica de Santa María pocos reparan en el relieve de una mujer vestida de sol. Se trata de una imagen descrita en el Apocalipsis: una virgen rodeada de luz con la luna a sus pies y coronada de estrellas. Es la Virgen de Quitapesares. La misma imagen de la virgen que se venera en la iglesia de Placeres, a la que se le atribuyó el milagro de librar a la ciudad del corsario Drake y del saqueo inglés, dado que la ciudad del Lérez era especialmente apetecible.


Recibió un intenso culto durante dos siglos, pero en 1719, tras la invasión inglesa cayó en el olvido.
Dice una vieja tradición que la Virgen llamada de "Quitapesares" ejercía su influencia protectora en la ría de Pontevedra. A ella se le atribuía la capacidad de acumular sedimentos que impedían un ataque marítimo a la villa. A su vez dejaba varados y vulnerables al ataque a los barcos enemigos para ser abordados por los pontevedreses.

En 1585 algunos navíos de la flota inglesa, al mando de Francisco Drake atacan las poblaciones de la ría de Pontevedra. El hecho de que los ingleses no lograran atravesar la barra de arena fue atribuido a la milagrosa intervención de la Virgen de Quitapesares.

Se pensaba que esta virgen ejercía su influencia protectora sobre el fenómeno natural que se produce en la ría por la acumulación de sedimentos en el lugar donde el agua dulce confluye con la salada y que denominan la "barra".
Era un lugar peligroso para los navegantes y de hecho se alertaba a los barcos mediante un farol ( el denominado "lume de San Miguel") que también servía para señalar las aguas jurisdiccionales de Pontevedra. 
 La flota de Nueva España, escoltada por la armada de Luis XIV, es atacada en la ría de Vigo, en 1702, por la escuadra anglo-holandes, en la conocida Batalla de Rande. Sin embargo, el puerto de Pontevedra quedó al margen de la contienda y no sufrió ataque alguno, de este modo la Virgen de Quitapesares  acrecentó su devoción ante los fieles como protectora de la villa. Pero los cartógrafos que formaban parte de las tropas francesas, reconocieron las aguas y el litoral de las rías levantando planos detallados de toda la zona. Esta información tan valiosa fue puesta a disposición de sus nuevos aliados  los ingleses, facilitando así el desembarco de parte de las tropas de la escuadra del almirante Michells en el estuario del Ulla en el fondo de la ría de Vigo y, a marchas forzadas llegaron  bajo el mando del general Wade,  hasta la villa de Pontevedra.
La población  huyó despavorida ante esta invasión que asoló la desierta Pontevedra durante varios días.

En esta ocasión las  gentes entendieron que la Virgen no había protegido a sus fieles y estos la condenaron a un olvido tan profundo que, con el paso de los años, la mayoría de los pontevedreses eran desconocedores del significado de este relieve.
Ya nunca volverían a confiar en su pequeña Virgen iluminada por el sol.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Barco vikingo

De todas las embarcaciones que surcan las aguas gallegas hay unas que llaman poderosamente la atención y estas son los "drakkars"

Drakkar Ruta Vikinga
Estas embarcaciones nórdicas aparecieron en nuestras costas por primera vez en el siglo IX y aquí, en Galicia, pueden verse durante todo el año en el río Ulla a su paso por Catoira. Este municipio se sirvió de su vinculación histórica con los ataques normandos para hacer de la cultura vikinga su estandarte y convertirla en la seña de identidad del pueblo. Con las invasiones nórdicas nuestro litoral se vio obligado a cambiar y, por tanto, se hizo necesaria la construcción de todo un sistema defensivo para evitar que los temidos vikingos se adueñaran de nuestros tesoros.

El drakkar es un tipo de embarcación utilizada entre lo siglos VII y XI por los vikingos en sus incursiones costeras en busca de riquezas y se caracteriza principalmente por su formato alargado, estrecho y ligero. Su armazón era de madera y destacaba especialmente su escaso calado, lo que permitía desembarcos muy próximos a tierra. La navegación se realizaba a remo, y dadas las dimensiones del navío, los remos ocupaban completamente y de forma llamativa toda la longitud del barco. Su perfeccionamiento llegó con la incorporación del mástil central que daba cabida a una vela de formato rectangular para ayudar a los remeros en su labor.
Drakkar Torres de Oeste
Por otro lado, la singular decoración de proas y popas tampoco pasa desapercibida. En el caso de los drakkars los motivos utilizados eran los dragones. Estos adornos que ayudaban a diferenciar el tipo de nave, eran realizados con el fin de intimidar a la vez que tenían un carácter de protección frente a los malos espíritus del mar.
 Estas  incursiones dejaron una huella importante; tanto es así que todavía, en la actualidad, se refleja en una de las más destacadas fiestas de Galicia : la "Romería Vikinga de Catoira"

En este municipio de la provincia de Pontevedra, concretamente en la parroquia del Oeste, se encuentra una de las obras civiles más importantes de la Edad Media Gallega, el Castellum Honesti o Torres del Oeste y y en torno a ella se celebra cada primer domingo de Agosto una romería vikinga. Una fiesta que fue poco a poco cogiendo fuerza de tal manera que el gobierno municipal decide hacerse con un auténtico barco vikingo. Se construye así el Torres Oeste que es una copia exacta de una pequeña embarcación encontrada en el fondo del fiordo ROSKILDE en Dinamarca. Pasa así a convertirse en el protagonista indiscutible de la Romería Vikinga hasta que en el año 2002 es declarada fiesta de Interés Turístico Internacional y para conmemorar este logro comienza a construirse un segundo drakkar: FREDERIKSSUND en referencia al pueblo danés con el que Catoira se hermana.

Romería Vikinga de Catoira, Rias Baixas, Galicia by machbel
Estas reproducciones de los drakkars no se guardan en ningún museo, si no que se han construído para todo aquel que quiera navegar por el río Ulla  creándose  la Ruta Vikinga y, por supuesto para todos los vecinos de Catoira, convertidos en vikingos, cada primer domingo de agosto.




martes, 21 de agosto de 2018

SIEMPRE GALICIA

Galicia, siempre Galicia. Una tierra compleja y siempre sencilla. Posee una gran sensibilidad, una profunda y equilibrada ironía y un gran amor por su tierra.
Vivir en Galicia, significa amar la vida de lleno, amar esa lluvia fina que cae "milagreira", sin cesar, como un riego continuo que hace crecer la hierba y los maravillosos bosques. Vivir en Galicia es amar esos mares oscuros y bravos, unas veces, y acogedores otras; es amar, en fin, la Naturaleza entera.
Aunque en Galicia ha habido muchas guerras: invasiones germánicas, romanas, árabes, combates contra piratas normandos, contra tropas napoleónicas, no hay en ella un personaje que sobresalga. Todas son gente del pueblo que defienden su tierra, su casa, su libertad, porque todos van juntos para un fin común.
 Y cuando los gallegos contribuyeron a la reconquista de España con sus esfuerzos, no ambicionaron para sí pueblos ni condados: solo querían contribuir a que sus hermanos de la Península vivieran libres, sin temer que algún día se viesen ellos mismos avasallados por aquellos a quienes desinteresadamente ayudaban. 
 En Castilla sin embargo, la venganza privada es el alma de la leyenda castellana: el odio nacido de un agravio que se hereda inextinguible de una en otra generación implacable hasta verter la sangre del ofensor o la de sus descendientes. Siempre el móvil de la acción es una pasión material: ambición de riquezas, posesión de una mujer...
En Galicia hay más encantamientos que milagros, más amores que guerras, más tragedias de amor que traiciones, más humor que lágrimas. Las hadas gallegas no usan varitas como las castellanas, tampoco habitan en castillos; son más humildes y sencillas: se ocultan en las fuentes que brotan del suelo, se cubren con una sencilla túnica de lino. Hilan y tejen como las mismas mujeres del pueblo.

Hay muchísimas leyendas que se reparten por toda Galicia. Tal vez la imaginación que los gallegos heredaron de los celtas, la grandiosa naturaleza que configura esta tierra, la enorme preocupación por el más allá, los matices de los campos, el rumor del viento al cruzar los bosques umbríos, el sonido de sus cascadas, los insectos que alumbran, el lamento del búho o del moucho en los pinares, adquieren dentro de la noche, esa negra sombra que asombraba a Rosalía.
El sol, la luna, el mar, los ríos, las fuentes, los bosques, todo cobra entonces poderes sobrenaturales, y dentro de esta Naturaleza nocturna y fantasmal, la ánimas andarán dueñas errantes sembrando la duda, el temor, esa angustia del alma gallega que se resume en los versos de Rosalía.

"Teño medo dunha cousa                "Tengo miedo de una cosa
 que vexo e non sei que é."               que veo y no sé que es."

martes, 7 de agosto de 2018

Hombre lobo de Allariz: Manuel Blanco Romasanta

El caso de Romasanta, el hombre lobo de Allariz, sigue envuelto en  misterio y a día de hoy, todavía existen numerosos interrogantes sobre su culpabilidad pues aunque se auto inculpase, hoy en día no sería prueba de cargo suficiente para condenarlo.
Fue juzgado en Allariz en 1853 y condenado por asesinar 13 personas, asesinatos que cometió, según él, transformado en hombre lobo. La auto inculpación representó una" prueba clave" al no existir otras para condenarlo pues no se hallaron los cuerpos de algunas víctimas y de otras se supo que habían sido asesinadas por lobos auténticos.
En su defensa alegaba que su conducta respondía a un instinto fatal que lo llevaba a cometer crímenes al convertirse en lobo.


El caso de Romasanta ha sido uno de los que más ha transcendido internacionalmente. La reina Isabel II, intervino en su caso y le conmutó la pena de muerte por cadena perpetua mediante una Orden del 13 de Mayo de 1854.

Todo comenzó en el lugar de Regueiro, un pequeño  pueblecito de la provincia de Orense, el 18 de Noviembre de 1809 cuando nació el que después fue conocido como el hombre lobo  de Allariz.


A los 21 años se casa con una vecina de Soutelo de la que enviudará tres años después. Es entonces cuando decide recorrer los caminos como tendero ambulante por Galicia e incluso fuera de ella.
Era, al parecer un hombre mañoso, de esos que se dice " aprendiz de todo y maestro de nada ; fue cordelero, segador, sastre, trabajó de hilador y tejedor...
El 21 de Agosto de 1843 desaparecía Vicente Fernández, alguacil de León que iba a embargarle por una deuda de 600 reales... Las sospechas se inclinaban hacia Romasanta pero nadie pudo aportar pruebas y él puso tierra de por medio.
Al pasar un par de años empezó a confiarse y volvió a su oficio de tendero y, es entonces cuando mujeres y niños empezaron a desaparecer. Cuando lo detuvieron confesó haber matado a 13 personas convertido en hombre lobo por una maldición que le echó uno de sus parientes en su juventud y tras los asesinatos tenía alucinaciones en las que se veía rodeado de lobos.
Fue condenado por nueve asesinatos y absuelto de cuatro.
 Ha pasado a la historia como el único caso perfectamente documentado de hombre lobo en España.
En tierras de Orense antes de conocerle como el hombre lobo, se le conocía como " el Sacamantecas" y así se le sigue conociendo en muchas zonas de la montaña de esta provincia.
Se le llamaba el" Sacamantecas" porque se decía que se llevaba a los niños y a las mujeres con engaños, los mataba les sacaba la grasa y la vendía en Portugal.
De manera macabra aunque eficaz, se asustaba a los niños que no querían acostarse a su hora diciéndoles que iba a venir el hombre del saco o el" sacamentecas" por la noche y claro, a la cama se iban pero se pasaban gran parte de la noche sin dormir con el corazón helado por el miedo.

Fue condenado a muerte por garrote vil pero la reina Isabel II se interesó por el caso y le conmutó la pena por cadena perpetua.

El lobo, representa para los gallegos, el mal. Un hombre o una mujer lobo se pueden transformar  por varias causas;  entre ellas pueden ser  la maldición de alguna persona por ejemplo.

Su aspecto sería el de un ser amenazante, mitad animal, mitad hombre, con piernas y brazos largos, abundante pelo y enormes y plateadas garras. Pueden andar a cuatro patas o dos y sus ojos cambian de color dependiendo del lugar en que se encuentren.
No se conocen las circunstancias de su muerte pero lo que si es cierto es que  muchos gallegos sienten un terror ancestral al recorrer los caminos de Galicia en las noches de luna llena.


viernes, 13 de julio de 2018

El agujero del infierno

Al infierno se entra por Galicia

Cuenta la leyenda que, en los días de temporal y cuando el mar penetra en lo más hondo de sus entrañas, se pueden escuchar los lamentos de las almas en pena que vagan entre dos mundos tratando de expiar sus pecados y borrar sus culpas para que las aleje del averno y les permita descansar en paz ya  que sufren tormento en el fuego eterno. Los lamentos son audibles en tiempos de tempestades y dicen que un toro de cuernos de oro protege esta entrada al mundo de los muertos.
Poco puede contemplarse desde su boca, pues las paredes de esta cavidad forman una pequeña barriga que impide que se vea el fondo por más que los visitantes se empeñen en asomarse para intentar adivinar que es lo que yace en las profundidades.
En Galicia existen, al menos, 43 "Infernos", así llamados por el temor que estos lugares infundían en sus lugareños. Cuatro de ellos están en Vigo. Sin embargo, pese a lo pavoroso de su nombre, estos infiernos suelen ser lugares de una gran belleza y de una naturaleza aún no sometida por el hombre.
 De todos ellos, quizás el más conocido sea el "Buraco do inferno". El estruendo del fuerte oleaje de la rompiente oeste de Ons se ve amplificado por este altavoz natural, lo que ha dado lugar a la leyenda de que en la sima se oyen los lamentos de almas penitentes que ansían descansar en paz.



Se encuentra en la zona sur de la Isla de Ons y es una peligrosa caverna de 50 metros que desciende verticalmente hasta el mar. Está lleno de leyendas y supersticiones. Los isleños dicen : " En los días de temporal se oyen los gemidos de las almas atrapadas por el demonio". Probablemente el origen de estas leyendas sea el temor que inspiraba a quien se acercaba a la caverna los sones que emitían los diferentes pájaros que anidaban en su interior.

Y es que este agujero creado por el batir del mar en las rocas, fue cuna de leyendas y mitología para nuestros antepasados, los que desconociendo su origen natural, entendieron que los sonidos que de allí salían solo podían ser los propios del purgatorio y de las almas que en él estaban siendo castigadas.


La magia de las leyendas es que nos permite viajar a mundos que nunca hemos visto.
El Parque Nacional Marítimo- Terrestre de las Islas Atlánticas engloba los archipiélagos de las islas Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada.
 Estas islas mantienen un pasado en común, pues originariamente conformaron una misma sierra montañosa que, debido a los movimientos de las placas tectónicas y a la subida del nivel del mar, crearon las rías y las islas que conocemos.

Ons es, pero sobre todo fue, una isla habitada. Hoy en día, durante todo el año habitan en ella menos de 10 personas de lo que fue una población de 500.
En esta isla nos encontramos con un espectacular mirador, de nombre Fedorentos, debido a los olores que producen los residuos naturales como las algas y otros organismos traídos por las mareas.

También la caída de los ríos por su rugido, da lugar a distintos "infernos" en las cuatro provincias gallegas.

En Vigo se registran cuatro puntos que aluden al fuego eterno. Dos de ellos se hallan en la cara oeste de la isla de Monte Faro, donde el Atlántico bate contra los acantilados profiriendo fuertes alaridos, especialmente en los momentos de temporal.
Los otros dos puntos se concentran en la inmediaciones del Hospital Álvaro Cunqueiro.

domingo, 1 de julio de 2018

COSTA DA MORTE


Mucho se puede aportar para acabar con la falsa leyenda de la Costa da Morte  ( Costa de la Muerte) como lugar de aldeas dedicadas  a provocar naufragios y saquear buques, que ni siquiera es leyenda popular sino literatura foránea.
 En cuanto a la LEYENDA NEGRA, los naufragios en la costa próxima al cabo Finisterre a finales del Siglo XIX de una triada negra  de barcos ingleses con grandes pérdidas de vidas humanas, causaron una serie de controversias políticas nacionales. Levantaron una pseudo literatura y artículos  de cierto sabor naturalista escabroso y malintencionado. Decían que aldeas se entregaban al oficio de causar el naufragio de barcos, a la matanza y al pillaje organizado.
 Nunca hubo mafias, ni siquiera una mínima organización, una aldea dedicada al naufragio de barcos en la Costa da Morte. Nunca en ningún juicio, ni testimonio, se mencionó tal cosa; nunca. Otra cosa es el robo de mercancías llegadas a la costa, el intento de "pillar algo" de un barco abandonado o con escasa vigilancia, querer obtener algún provecho de un despojo marino. Eso lo hubo y lo sigue habiendo en todas las costas del mundo.
La primera vez que aparece la mención de falsas luces en la Costa da Morte la tenemos en un artículo  de 1882 del periodista Alfredo Vicenti en la Ilustación Cantábrica, tratando del naufragio del Sunrise, en ese año 33 tripulantes de este barco inglés fueron salvados por un marinero de Finisterre y sus dos hijos de 11 y 9 años. Vicenti lo pone como ejemplo de valor para acabar con la calumnia a estas gentes porque: “ hasta hace poco se decía que en las noches de temporal, en esta comarca agitaban antorchas con objeto de atraer a los buques a las piedras y aprovecharse luego de los restos del naufragio”
No hay un solo dato, una sola prueba escrita, ni siquiera una mención, ni una linea de un tripulante , de un armador, de un supuesto testigo de un naufragio sucedido en la Costa da Morte, que afirme en los dos últimos siglos que un barco naufragara víctima de luces en tierra, faroles, malas acciones de las gentes de Finisterre. Al contrario, son cientos las alabanzas al salvamento y atención de náufragos con riesgo de pérdida de vidas y muertes de los vecinos de las pobres aldeas de pescadores de la Costa da Morte.
La historia de falsas luces que confunden navíos es absurda, máxime en las condiciones de la Costa da Morte, en donde sucedieron cientos de naufragios de barcos enfrentados a una costa a sotavento con borrasca, poca o nula visibilidad, sin haber tomado marcas anteriormente. Un lugar de promontorios donde las luces están para alejar, no para atraer. En Finisterre las luces, los faroles no sirven para nada ni en la espesa niebla. Y en medio de terribles tormentas, fuertes aguaceros, ¡ qué luz, qué farol se prendería, qué ser humano ni atajo de mulas podía estar a la intemperie en calas imposibles, sin caminos esperando un barco!
Las causas naturales se llevan la palma en la lista negra de los siniestros marítimos, como sabe cualquier navegante  que conozca la región y nada tiene que ver con las pobres aldeas de pescadores, vivero de marinos de la base naval de Ferrol o de la Real Armada.

lunes, 25 de junio de 2018

La Santa Compaña, no tan Santa

" La denominación Santa Compaña es errónea, a pesar de su éxito literario. La Compaña puede ser muchas cosas, pero Santa, desde luego que no " Antonio Reigosa Carreiras en Diccionario dos seres míticos galegos.


Cuando llegan las doce de la noche una procesión de almas en pena se apodera de los caminos. Sus integrantes van envueltos con sudarios o sábanas blancas y descalzos. Esta siniestra estampa es acompañada por el tintineo de la luz de los candiles, velas o huesos ardiendo. Las luces no se ven, solo se percibe el olor de la cera que arde y de la Compaña. Solo se percibe el rumor del viento a su paso y un miedo  desde luego comprensible.

Suelen ser cinco:
- el portador de la cruz que recoge en la iglesia.
- el que lleva el caldero con el agua bendita y el hisopo.
-el que lleva una campana y el farolillo.
- el que lleva un peto de ánimas
- y finalmente el que lleva el estandarte.

En ocasiones van acompañados por lo que se llama " visión", que es un féretro llevado por los de la Compaña precediendo al que va a morir.

En ocasiones le acompaña un "vivo", que está condenado a vagar toda su vida con ellas  a no ser que consiga deshacerse de la cruz pasándosela a otro vivo.
A veces destaca una figura espectral, alta y extremadamente delgada, con cara de esqueleto, la Estadea, que es quien posiblemente dirija la Compaña.

Si una persona ve la Compaña, ésta posiblemente muera en los próximos días, o si se da el caso de que la procesión lleve el féretro, en él irá la persona del pueblo que morirá a los tres o cuatro días probablemente.


La Compaña es propia de los caminos de Galicia, Norte de Portugal y Asturias  (la antigua Gallaecia).
Los difuntos de cada parroquia responden a la llamada del que lleva más tiempo enterrado; éste se levanta de la tumba, entra en la iglesia para coger lo que necesitan y, puntualmente, a las doce, se ponen a  andar por los caminos. Algunas personas dicen que salen todos los días del año, otros que solo en las noches de determinadas fechas o días de la semana ( viernes y sábados) o algunos meses del año ( marzo, octubre y diciembre).


En Galicia existe un poder, o extraña facultad, que permite a ciertas personas ver a las almas en pena y por tanto a la Compaña. A esta cualidad se la conoce como " corpo aberto"  ( cuerpo abierto ) y permite al que la tenga ver a las almas en pena.
Si se ve a la Compaña y esta no intenta contactar con el individuo, lo que logrará ver es una especie de preludio del funeral de un vecino  que está próximo a morir.
El vivo lleva la cruz, encabeza la Compaña. Es hombre si el santo patrón de la parroquia es varón, y será mujer, si la patrona de la parroquia, es una santa. El portador de la cruz tiene que acudir siempre a la llamada de la Compaña y empezar puntualmente la marcha y tiene, además, la obligación de guardar silencio sobre su actividad nocturna, que es visitar las casas de los que están próximos a morir o les dejan también, si no, un ataúd en la puerta como aviso.
Ahora que el mayor peligro de encontrarse a la Compaña es sin duda si le acompaña un "vivo" y este intenta librarse de la cruz.

Para evitar cogerla debes saber que lo mejor:

- es llevar los brazos cruzados
- es tirarse al suelo y hacer el muerto, boca abajo.
- hacer un círculo con una cruz y quedarse dentro de él hasta que pase.

Pero desde luego lo mejor, es que te apartes de los caminos a esas horas de la noche. La Compaña no puede salirse de ellos. Asi que... huye.















jueves, 14 de junio de 2018

Música tradicional gallega

En el Atlántico encuentro un horizonte que me habla, para yo poder expresarme más alto y más claro. Ese mar que nos une transvasa músicas de ida y vuelta en un eterno navegar de sentimientos. UXÍA. 


Galicia tiene una gran tradición musical con muchos ritmos e instrumentos distintos, aunque su instrumento más típico es la gaita y sus ritmos musicales más conocidos son la muiñeira y los alalás.
El carácter particular de la música gallega es que es suave y melancólica, tiene los matices necesarios para hacer que sea dulce, cadenciosa, penetrante y entrañable; no cabe duda que en armonía con el paisaje gallego.

El ritmo más representativo es la muiñeira ( molinera); su origen se relaciona con la espera en  los momentos en que se iba a moler el grano al molino, pero también existen otras danzas y cantos populares como la pandeirada, jota gallega, alborada, alalás etc y los instrumentos : la pandereta, el tambor, el pandeiro, las conchas de vieira etc.

La pandeirada, se ejecuta al comienzo de un festejo, a modo de llamamiento a la alegría. Desde la más remota antigüedad hasta nuestros días la mujer ha sido la encargada de tocar (el pandeiro) o acompañar su canto.
La jota gallega, era en su origen, un baile de coqueteo.
La alborada, luz del alba, es una melodía cantada al amanecer, cuya dulzura embelesaba a los celtas hace más de 400 años.Hoy en día es básicamente instrumental.
El alalá, es la música más primitiva del folclore gallego: son cantos interpretados  "a capela" y son unos de los cantos más característicos, de antigüedad y ascendencia tan remota como el canto gregoriano.Son la canción de una madre a un hijo, el lamento de los emigrantes, la canción de los trabajadores de la tierra, el dolor y la pobreza de la sociedad rural gallega, las palabras de amor de los enamorados, la expresión de la morriña y saudade que tanto caracteriza nuestra forma de ser.

El aturuxo es, en cambio, un grito gutural, agudo y prolongado. Emitido durante romerías y diversiones con diferente frecuencia e intensidad, según el espíritu festivo de los presentes;semejante al canto del gallo al despuntar la aurora, que en la época de los primeros pobladores de Galicia, exhalaban después de sus oraciones en el bosque sagrado, rindiendo adoración a la luna. Actualmente se lanza en las fiestas o foliadas, o bien como desafío entre dos grupos.
Es, en cualquier caso, la música gallega es un acariciar de sentimientos y emociones.

lunes, 30 de abril de 2018

Exposición

El mar, la playa y yo. 

Exposición en " O cafeciño"  ( Ramallosa, Nigran : Pontevedra) durante el mes de mayo



miércoles, 11 de abril de 2018

Os Ancares

Galicia es... hermosa, es dulce y acogedora, es bella y valiente, pero también brava de cumbres con alturas que rozan los 2000 metros.
Es un terreno de sorpresas, de caminar despacio para perderse sin prisa por multitud de rincones serpenteados por ríos que rumorean su habla secreta que acaso solo entienden los álamos, alisos y fresnos que los guardan.
Sus ríos encajonados se abren paso entre montañas de empinadas laderas. Montañas redondeadas por la erosión con fuentes de aguas ferruginosas  a las  que la sabiduría popular le atribuye  propiedades curativas.
Los Ancares principalmente es un espacio de media montaña lleno de contrastes climáticos.El contraste entre las alturas de sus montañas y la profundidad de sus valles le otorga la belleza a sus paisajes.
Visitar los Ancares es recorrer despacio sus valles, adentrarse en sus aldeas para a veces charlar con sus gentes siempre amables. Otras veces es respirar la magia y la tristeza que emana de una aldea abandonada. 
En primavera brotan multitud de regatos por doquier, alimentando de color verde intenso los prados y los brotes jóvenes del bosque, los tintos y blancos de los brezos, los amarillos de los tojos... 

En verano, el verde de los prados y bosques se vuelve intenso en contraste con con el amarillo de las praderas agostadas.
En otoño aparece todo un festival de matices, con pardos, amarillos, rojizos y ocres de los bosques de hoja caduca que alternan de nuevo con el verde de los otros árboles de hoja perenne.
Y ya el invierno, lejos de ser una estación triste tiene su encanto con las nevadas. Troncos con sus ramas cubiertas de musgos y líquenes cuando las nevadas aumentan consiguen un paisaje menos quebrado y mas suave en ondulaciones.

Se encuentran testimonios antiquísimos de la vida humana entorno a estas cumbres siendo la reina de la arquitectura tradicional de esta zona: las pallozas con muros circulares adaptados a las circunstancias especiales del terreno donde se encuentran enclavadas. Viviendas que reunían a hombres y animales bajo un mismo techo y en un mismo espacio.
Además de la riqueza de su fauna y de su flora, el que habita aquí, en los Ancares, es el Silencio. Es un mundo de silencios donde la música la ponen el viento y los arroyos dándole la virtud de la humilde quietud a estos valles con sus lomas y quebradas sembradas de aldeas desperdigadas en las partes más insólitas.
Ancares no se distingue por sus monumentos, es tierra montaraz y caprichosa, partida por mil arroyos desparramados en mil direcciones, elevada hacia el cielo donde la naturaleza manda mucho más que el hombre.
Conocer y valora los Ancares es una satisfacción, conservarlo nuestra obligación.





domingo, 1 de abril de 2018

El Teixedal de Casaio, el bosque perdido

En la vertiente norte de las montañas más altas de Galicia, el macizo de Peña Trevinca, se encuentra el teixedal de Casaio.
 El valle de Casaio, es como un paisaje lunar formado por montañas de escombros de las minas de pizarra.
 Bordeando el curso alto del río San Xil, a 1350 metros de altitud, distinguimos las manchas oscuras de los tejos, mezcladas con abedules, acebos, robles y serbales; los últimos que resisten de una historia que se extiende a lo largo de millones de años. Apenas cuatrocientos o quinientos ejemplares. Es el único bosque que queda en Galicia.
Los tejos son una de las especies más longevas, pues pueden alcanzar los dos mil años de edad. Siempre han estado rodeados de leyendas. Los celtas los utilizaban para adivinar el futuro y, los cristianos los plantaban en los cementerios como símbolo de la vida eterna. El veneno que contiene su madera y sus hojas produce la muerte por parálisis respiratoria.
Los celtas del monte Medulio, últimos defensores de la independencia de Gallaecia frente a los romanos, lo utilizaron para suicidarse antes de rendirse ante los conquistadores, ingiriendo ese fruto rojo tan llamativo.
Un árbol excepcional, que una vez estuvo extendido por toda Galicia, pero del que hoy casi no quedan ejemplares y en ningún caso formando bosques, salvo en el Teixedal de Casaio, en las tierras más inaccesibles y menos conocidas de Galicia. Es una de las pocas reservas de tejo existentes en el planeta, restos de un antiguo bosque atlántico de la época Terciaria.
La época ideal para apreciar la belleza de este singular bosque es en pleno otoño, cuando los frutos de los acebos y los colores de los tejos nos regalan un hermoso paisaje natural.

jueves, 8 de marzo de 2018

ALALÁS

El  alalá es un canto, un canto antiguo y característico de la música tradicional gallega. Algunas fuentes lo sitúan en  tiempos lejanos, en el mismo origen de Galicia y los consideran como el canto mas representativo de la identidad y el alma gallega.


En los Alalás, el canto es originalmente a "capella" es decir, interpretado por la voz humana sin acompañamiento instrumental que ha sido conservado durante siglos en la tradición gallega antes de ser rescatado del olvido por poetas y músicos de la edad romántica.
Los Alalás, son sin duda, cantos muy representativos de la identidad gallega pero que guardan similitudes con otros cantos de raíz de culturas cercanas, y la idea de que se trata de cantos de origen celta es una idea que hoy carece de fundamento antropológico y cultural ya que comparten elementos comunes con otros cantos arrítmicos, y no precisamente los de Irlanda y Escocia sino de territorios peninsulares con los que comparten influencias prerromanas, grecorromanas, gérmánicas, árabes o europeas, llegadas a través de la vía Jacobea.
 No está lejos en el tiempo los duros veranos de siega, en que todos los años, cuando el trigo estaba maduro, llegaban a las dos Castillas hombres de Galicia, de Extremadura, de Cuenca, de las tierra altas de Andalucía, en una emigración temporal y necesaria, vieja como las tradiciones de la tierra, que se repetiría cada año puntualmente. El trigo era mucho y los brazos pocos, y por ello las gentes de tierras de pastos, olivos, donde la labor en el estío era escasa, venían a la inmensa llanura castellana. Hombres, mujeres y chicos, venían en viaje de ida y vuelta por la meseta bajo el cielo azul y el intenso sol estival, formando cuadrillas de segadores que cumplían un rito antiguo de trabajo y camino que hermanaban a las gentes de las y tierras de España.
Para los campesinos gallegos ésta era una antiquisima costumbre que bien pudo alimentar intercambios culturales populares, segadores de castilla, esclavos de sol a sol.

Pero si la música tradicional puede expresar la naturaleza de un pueblo, no hay duda que los alalás, junto con la gaita, representa la identidad gallega.
Feijoo dice : " que nuestro cancionero es el único libro donde las almas gallegas aprenden a leer sus propios sentimientos, sus propias emociones."
Puede ser una canción de cuna, el lamento de un emigrante, la canción de un campesino, la pobreza de la sociedad rural gallega, y por encima de todo la expresión de la morriña, tan característica, del alma gallega.
El alalá, se transformó después en otros cantos como el de ciego, los cantos de oficio y  de profesión, pero sobre todo, en los cantos de arriero, individuos que vivían la soledad de los caminos.

viernes, 9 de febrero de 2018

ZAPATONES: HISTORIA VIVA DE COMPOSTELA



Ataviado siempre con su sombrero, su bordón, sus conchas, sus sandalias, su barba blanca y su actitud sociable, Zapatones era todo un personaje.
Aunque lloviera, nevara o hiciera sol siempre se le podía encontrar en la Plaza del Obradoiro o paseando entre la Alameda, al lado de las tres Marías y el Pórtico de la Gloria. Con su raído hábito castaño y su imagen deteriorada por mil excesos, ha sido el último pícaro conocido del Camino. Era el anfitrión de la Plaza del Obradoiro en Santiago de Compostela: su CASA.
Creó su personaje. Una imagen emblemática de peregrino medieval.
 Fue "Zapatones"un niño abandonado, huérfano de familia y de raíces, hasta que cierto día estando tumbado frente al Pórtico de la Gloria, el Apóstol vino a hablarle, señalándole su camino de redención: ser peregrino en su propia ciudad.
Muchos habrán oído hablar de él, pero quizás nunca llegaron a conocerle. Otros lo habrán visto, o incluso puede que se hayan hecho una foto con él, sin siquiera saber quien era, puede que ni se lo hayan preguntado, aunque conociéndole, resulta difícil de creer, que el mismo no se lo hubiera dicho.
Creó su personaje con el Jacobeo de 1993: apodo que le puso su hija al verle vestido de peregrino por primera vez que él aceptó de buen grado: "Zapatones". Las buenas gentes le procuraron un disfraz de fraile, con bordón y calabaza, y así se lanzó a dar testimonio por calles, plazas y tabernas.
 Conocedor de mil y una anécdotas, de unos cincuenta años de edad contaba que no sabía con certeza la fecha de su nacimiento. Al parecer, al nacer fue depositado en una " casa cuna", donde pasó toda su infancia. Fue un "crápula" durante su juventud, según sus propias palabras,  y estuvo en la cárcel. Trabajó de camarero hasta que, al final, decidió hacerse "peregrino"
 Había nacido en 1954, en Camariñas, y a finales de 2011, se dice que ingresó en un centro asistencial - el monasterio de Leyre-.
Aunque llevó una vida solitaria y mísera y vivió intensamente en  la calle "Tenía por sala la mejor del mundo: la Plaza del Obradoiro" Acabó por captar la esencia del camino y luego la fue transmitiendo a los visitantes. Afirmaba que la finalidad de la peregrinación es " la búsqueda de uno mismo y el contacto con la naturaleza"
Con un cigarrillo prendía el siguiente  y así iba encadenando los minutos del día. Había sido huérfano, ladrón, preso y rebelde y con el tiempo entrañable y amigo de peregrinos y paseantes. Humano, temeroso, escondido en sí mismo, consumido y amoratado por el alcohol y el tabaco. Juan Carlos Lema Balsas fue hallado muerto en Pontevedra  a los 61 años de edad el 15 de Mayo de 2015. 
Muchos habrán oído hablar de él, pero quizás nunca llegaron a conocerle. Otros lo habrán visto, sin siquiera saber quien era, puede que ni se lo hayan preguntado, aunque conociéndole, resulta difícil de creer, que el mismo no se lo hubiera dicho.
Un personaje mágico que se fue de Compostela.

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