sábado, 31 de enero de 2015

La sombra que deja el olvido

Esta tarde de lluvia y viento trae viejas morriñas y recuerdos de otra tarde de lluvia que vuelve desde muy lejos trayendo imágenes, aromas y humedades que se pegaban a la piel.  Música de "orballos", de luces y sombras reflejadas en la conciencia de esas piedras que viven en Compostela.

Hay una historia que quiero compartir, una historia de solidaridad y también una trágica historia de dos mujeres gallegas que bajo la fama de locura se escondía un drama personal.

Ellas eran muy conocidas en Santiago como "Las Marías" e inmortalizadas, ahora, en una escultura al comienzo de la Alameda.

Eran trece los hijos e hijas que tuvieron Arturo Fandiño y Consuelo Ricart, una pareja de artesanos que vivían del fruto de su trabajo.

Tres de sus hermanos eran miembros destacados de la CNT.
 Al estallar la guerra civil asesinan a uno de ellos mientras los otros dos consiguen huir y aquí, comienza la tragedia, el drama de unas jóvenes que los falangistas tratan de utilizar  para dar con el paradero de los hermanos.

Su juventud se había alimentado hasta entonces del clima de animación y esperanza que se vivía en Santiago. Cuando las hermanas Fandiño salían a la calle vestidas con la ropa hecha en casa, pues eran costureras, los estudiantes galleguistas y republicanos les llamaban "Libertad, igualdad y fraternidad" y los estudiantes de derechas "fe, esperanza y caridad" porque entonces eran tres, pero una falleció pronto.

Después de la sublevación militar franquista, este sueño revolucionario quedó ahogado en sangre. Las mujeres de la casa vivieron el horror que los falangistas les proporcionaban llegando a casa a altas horas de la madrugada llenando de terror a sus ocupantes y allí de noche, las sacaban desnudas a la calle, torturándolas, intimidandolas  y arrebatandoles la dignidad.

.Con poco más de 20 años la vida de "Las Marías"  se convierte en un mal sueño, una pesadilla que duró desde el inicio de la guerra hasta mediados de los años 40 cuando finalmente los hermanos huidos fueron arrestados y cesó la presión sobre las Fandiño.


A partir de entonces el trabajo desapareció, los clientes dejaron de llevarles ropa "por miedo a significarse ya que eran de una familia de anarquistas". Vivían en `parte gracias a la caridad de los vecinos que dejaban de forma anónima pequeñas cantidades de dinero en distintos comercios en los que después ellas compraban.
Consiguieron crear un mecanismo de defensa para poder sobrevivir a las vejaciones y humillaciones vividas: enloquecieron y, en su locura recuperaron el sueño de su juventud, escuálidas como si saliesen de un campo de concentración se vistieron de luz y color y llenas de afeites, polvos de arroz, colorete y carmín salían todos los días a la misma hora con la dignidad recuperada y  con la fuerza de su locura desesperanzada y cruel, llena de hambre y miseria pero digna.

Siempre decían que todos los hombres se enamoraban de ellas y flirteaban con los estudiantes. Se les ha atribuido un papel fundamental  en esa época de represión. Mucha gente que se sentía ahogada por el régimen y que no se rebelaba por temor a represalias, veían en "Las Marías" ese grito de libertad pues manifestaron su locura mostrándose rebeldes contra la sociedad.

jueves, 22 de enero de 2015

LA RIBEIRA SACRA


Miles de historias y leyendas rodean este lugar como en casi cualquier otro de Galicia, sin embargo, es ésta quizás una de las más bellas. El dios Júpiter se quedó prendado de la hermosura de esta tierra gallega y para poseerla, la atravesó con un río, el Miño, sin embargo su esposa, la diosa Juno que no deseaba compartir su amor con una extraña pensó que Júpiter la repudiaría si en la faz de aquella hermosa tierra abría una profunda herida. Una herida que en algunos lugares casi alcanza 300 m de desnivel en la vertical y que hoy son los Cañones del Sil.



Podemos navegar el río en un tramo de 40 km admirando las laderas de la Ribeira y siguiendo el curso del río contemplar las viñas en los socalcos o escalones de piedra que datan de la época de los romanos.

Discurre el río por el sur de la provincia de Lugo y el norte de la provincia de Orense haciendo frontera natural entre ambas.
Antes de desembocar en el Miño, el río Sil extiende sus aguas a lo largo de un profundo cañón navegable, una garganta excavada por el mismo. Un precioso cañón y una preciosa garganta.

Hay un lugar especialmente mágico llamado O cabo do Mundo, un meandro del Miño, una península que obliga al cauce del río a dar una cerrada curva formando un paisaje bellísimo. 

Imposible no extender la mirada por las aguas del río y por los viñedos y mimosas que cubren la ladera, en la que, según en la época del año en que se visite, este lugar estará pintado de colores diferentes: desde el amarillo de las mimosas en Marzo a los rojizos y dorados de la viñas en otoño o los verdes del verano e invierno. Estamos en Nogueira de Pedrido. Apenas un puñado de casas de piedra tapizadas de musgo como cualquiera de las aldeas que pueblan esta tierra y, así durante todo el recorrido de estas aguas, los mares interiores de Galicia, llenaran de belleza nuestro corazón.


miércoles, 14 de enero de 2015

La ría de Vigo
















Protegida del océano por las Islas Cíes, la ría de Vigo se abre por el norte en Cabo Home, rincón que impresiona en cualquier época del año, aunque en invierno su espectacular belleza se hace sentir más adentro cuando el mar desafiado por el viento silba y ruge entre las islas y azota con fuerza los acantilados volviéndolos  ariscos y escarpados. Por el sur, en Cabo Silleiro, el faro se yergue desafiante oteando un mar que en calma refleja una enorme paz, sin embargo, de repente, puede volverse furioso ante la provocación del viento y agita sus aguas llenas de espumas blancas que amenazan con engullir todo aquello que se encuentre por delante.

Es, si no la más grande quizás, si,  la más hermosa de todas las rías gallegas, si bien es verdad que contemplar cada una de ellas conforma un espectáculo inolvidable. 

Es el mayor tesoro de la ciudad, su pasado y su futuro.Se adentra en la tierra para mezclarse con el agua del río mientras las laderas de los montes  van formando siluetas a lo largo de todo su recorrido.

Por donde quiera que nos asomemos nuestras islas se dejan ver donde la ría se abre a mar abierto, están siempre presentes en el corazón de los vigueses y nos sentimos orgullosos de ellas, son como nuestro símbolo de identidad. Hermosas como tres bastiones,  guardan la entrada al viento del oeste y fueron siempre una zona de refugio para ingleses, holandeses y moriscos, sirviendo de apoyo a todos los navíos que navegaban por el atlántico.

Si el mar se retirase de la Ría de Vigo, un largo valle, dejaría al descubierto restos de buques, galeones, mercantes, submarinos y pesqueros que asomarían sus esqueletos sobre el lodo y la arena en donde se guardan leyendas e historias ocurridas en otros tiempos.

Dicen que trece embarcaciones están sumergidas en el fondo de la ensenada de la isla de San Simón hundidos en la batalla de Rande, librada en Octubre de 1702 entre una escuadra franco-española y una anglo-holandesa, allí donde la ría se estrecha, siguen sumergidas. Allí donde parece que pudieras alcanzar con tu mano la otra orilla y sus dos costas pudieran fundirse en un beso Allí donde la ría ofrece su espectacular belleza en cualquier atardecer.







Relacionar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...